Finalmente, el 11 de enero, se casaron. Francisco nos ha contado cómo ha vivido todo este tiempo y nos ha explicado que Dios les había preparado “una boda mucho más bonita y especial” de lo que podrían haber preparado. “Dios nos ha hecho dar la vuelta y nos ha girado la cabeza para mirarle a Él, de forma un poco brusca, pero necesaria”, nos ha mencionado durante la entrevista.
¿Por qué tuvisteis que posponer la boda?
Tuvimos que posponer 3 días la boda dada la gran nevada que cayó en Madrid. Nos íbamos a casar el mismo día que estuvo nevando, y mi novia, ahora mi mujer, estaba en un hotel aislada en El Plantío con sus padres y su testigo.
¿Cómo acogisteis toda la situación y los cambios?
En un primer momento, nos costó aceptar los cambios porque estábamos listos para casarnos a pesar de la nieve. Cuando se hizo imposible, lo pospusimos al domingo. Cuando ya no se pudo, lo pospusimos al lunes, sin saber si se iba a poder celebrar o no. El lunes mismo hubo varias situaciones complicadas porque parecía que nada se iba a poder celebrar, lo que nos causó mucho estrés. Poco a poco, las circunstancias nos llevaron a tener que soltar las riendas de las miles de preparaciones y nos ayudaron a encontrar paz en medio de la tormenta, fijando la mirada en la importancia y la belleza del sacramento del matrimonio.
¿Cómo lo vivió vuestro entorno cercano: familiares, amigos…?
Nuestros amigos se volcaron en ayudarnos, nos ayudaron a organizar todo, sobre todo en los últimos momentos. Mi familia estuvo super pendiente de todo. Mis hermanas me llamaban cada poco tiempo para saber cómo estábamos y cómo podían ayudarnos. Sin ellos toda la boda habría sido imposible. Los padres de Linda han estado con ella, ayudándole a llevar la situación con calma, mientras que el resto de su familia nos apoyaba desde Alemania con oraciones y mensajes de ánimo.
¿Qué os ayudó en ese momento de incertidumbre?
En esos momentos, los amigos fueron clave, ayudándonos a organizar todo y aguantándonos con nuestro estrés y mal humor. El P. Jesús Silva, nuestro párroco, estuvo súper disponible y su tranquilidad y su humor ante las circunstancias nos hizo reír por los problemas y nos dio bastante tranquilidad y seguridad al ofrecer la parroquia y su estar.
¿Qué sentisteis, después de todo esto, durante la celebración?
Primero de todo, muchísimos nervios. Muchos nervios y mucha alegría. Alegría de saber que todo ha salido adelante al final. Aunque no era lo que habíamos planeado, al final fue lo mejor que nos podía haber pasado. Fue una boda genial, y nos sentimos muy felices y aliviados. Dios nos ha preparado una boda mucho más bonita y especial de lo que podríamos haber preparado nosotros.
¿Qué ha supuesto vuestro enlace en una situación como la que habéis vivido?
Empiezas a buscar el sentido verdadero en las circunstancias de la vida. Todo lo que habíamos preparado no daba valor al sacramento, y al final lo que ha resultado es que se empieza a ver lo que importa de verdad y lo que no importa tanto. Perdemos mucho tiempo con cosas que no son esenciales, en lugar de fijarnos en lo verdaderamente importante. Al final, Dios nos ha hecho dar la vuelta y nos ha girado la cabeza para mirarle a Él de forma un poco brusca pero necesaria.
¿Qué le dirías a novios que están en una situación parecida por la pandemia?
Lo realmente importante es el sacramento y el amor que hay entre ellos. Todo lo demás es decorativo y un añadido, pero la belleza del sacramento y la decisión que toman el uno ante el otro es lo realmente importante. Y que los cambios a última hora no les nuble la vista ante el sacramento. Hay que soltar todo lo que se pueda, porque para eso están los amigos y la familia. Lo importante no está en el alrededor, lo importante está en la promesa que se hace. Nuestra boda ha sido una vez más un signo de que los planes de Dios son mucho más bellos que los que prepara el hombre. “El hombre traza su camino, pero el Señor dirige sus pasos” (Prov 16, 9).
“https://staging.regnumchristi.it/carisma-del-regnum-christi/” Carisma del Regnum Christi