Cada lunes, de 21.00 a 22.00 hrs., dos de estos sacerdotes predican una meditación y organizan una actividad de profundización y reflexión. Son ejercicios ignacianos, y tienen una continuidad los miércoles y los viernes con el envío de unos subsidios para que los ejercitantes sigan con su oración diaria acorde con la meditación.
Teresa Amat, una de las participantes, nos explica que “la pandemia lo hace difícil, pero no imposible, y de esta forma podemos asistir a unos ejercicios espirituales, vivir más intensamente la Cuaresma y prepararnos a la Semana Santa”.
Todos aquellos que deseen asistir, deben registrarse antes entrando en este enlace.