Para su correcta integración, han comenzado clases de español y visitas culturales, a las que se suman las gestiones oportunas para obtener el permiso de trabajo y residencia.
Conocer el idioma y conseguir permisos
En este momento hay 17 familias ucranianas, en total 42 personas entre mujeres, menores y mayores de 65 años. Según ha explicado el director de la Fundación Altius, Pablo Aledo, a los micrófonos de COPE Guadalajara, la labor de la Fundación Altius con estas personas refugiadas consiste en “acogerlas, ayudarlas en todas sus necesidades y trámites, tales como facilitarles todo lo necesario para realizar la solicitud de protección temporal y puedan así tener permiso de trabajo y residencia”.
A estas gestiones, se añaden las clases de español que se imparten lunes, miércoles y viernes por profesoras voluntarias de origen ruso y ucraniano que, además de la lengua, suman cada semana una salida cultural para conocer Madrid y los alrededores, entre ellas una visita al Museo del Prado o recorrer la ciudad en el autobús Madrid City Tour en compañía de voluntarios españoles que les ayudan a practicar el idioma.
Importancia del voluntariado
Pablo Aledo ha subrayado que la ayuda a estas familias refugiadas pretende “que el tiempo que estén en España, estén lo mejor posible”. Y por ello ha destacado el trabajo de los voluntarios y su “mucha calidez humana”. En este sentido, ha subrayado la importancia capital que tienen ellos, pues sin su entrega esta obra de acogida no sería posible.
Si quieres ser voluntario en la acogida a los refugiados ucranianos, accede a este enlace.