Leticia y Jorge, y Lidia y Julián, son dos de los matrimonios que acaban de entronizar al Sagrado Corazón en sus casas y nos comparten su testimonio.
Leticia y Jorge
Leticia Rueda es profesora de Highlands School Sevilla y, junto con su marido Jorge de la Osa y otras familias, hizo la entronización del Sagrado Corazón de Jesús.
“Fue una ceremonia muy bonita, con muchos detalles muy bien cuidados: la liturgia, la música, el ambiente”, cuenta Leticia. Durante la celebración, les entregaron la imagen bendecida del Sagrado Corazón.
“La entronización nos hace recordar cada día que Jesús es nuestro Señor y salvador, el centro de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestro hogar. Es un signo visible para todos de lo que es realmente importante para nosotros”, comenta Leticia. Además, explica que le ha colocado un lugar de referencia como es el salón. “Allí es donde nos reunimos toda la familia, y ahora también alrededor de su Sagrado Corazón. Él ya forma parte de nosotros desde hace algunos años en que mi marido y yo comenzamos un camino de conversión que nos hizo tener un encuentro personal con Jesús”, añade.
También, Leticia explica que la entronización al Sagrado Corazón de Jesús en su casa es intentar devolverle “algo del amor tan inmenso” que Dios siente por todos. “Es decirle que no queremos caminar solos, sino a su lado. Es intentar reparar un poco su corazón herido a causa de nuestro olvido, de nuestro rechazo, del mal en el mundo… del pecado. Es desear unirnos a Él para hacer su voluntad guiados por el Espíritu Santo”, explica.
Además, Leticia afirma que quiere transmitir a sus hijas el amor de Dios a través de lo cotidiano y que lo vean en casa. “Ojalá que esta consagración les sirva para despertar esa sed. Así, poco a poco, según vaya llegando su momento, puedan unirse a nosotros para realizar una oración en familia que les salga del corazón. También, reconoce que ellos solo tienen que hacer una cosa: “Tenemos que abrirle la puerta para que Él actúe en nuestras vidas. Como Él mismo nos dice: ‘Mira, estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”. Leticia explica que sus puertas ya están abiertas y Dios ha entrado. “Ahora sólo tenemos que seguirle, cuidar nuestra relación con Él, darle los honores que le corresponden y esperar con fe que algún día podamos gozar de ese banquete junto al Señor en el Cielo”, concluye.
Julián y Lidia
Julián León y Lidia Gavira fue otro matrimonio que realizó la entronización. “En nuestras familias de origen ha estado muy presente la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, mi marido y yo hemos crecido con ella y la hemos tratado de transmitir a nuestros hijos”, explica Lidia. Sin embargo, reconoce que algo “no funcionaba”. “Comprendimos que faltaba una imagen del Sagrado Corazón en casa para que ellos la hicieran suya”, explica Lidia.
También, cuenta que toda la familia se emocionó cuando comunicaron que iban a realizar la entronización. “Cuando les comunicamos a los niños que nos íbamos a consagrar toda la familia al Sagrado Corazón y entronizar su imagen en casa, ellos dijeron: ‘¡Mamá nos va a faltar sitio en casa donde ponerlo, el rinconcito para rezar esta lleno!”, comenta Lidia.
Además, cuenta que, de camino a casa, esperaba que Él me iluminara, indicando en qué sitio lo tenía que colocar, pero su sorpresa fue que, al abrir la puerta de casa, fueron sus hijos los que decidieron colocarlo mirando hacia la entrada de la casa. “Ellos me dijeron: ‘Aquí mamá, para poder decir la jaculatoria ‘Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío’, al salir de casa, como un detente, y cuando lleguemos, para dar gracias por el día”, explica Lidia.
También, Lidia pide que el Sagrado Corazón de Jesús ayude a su familia en cuatro direcciones: “Reunirnos toda la familia y ponernos ante Dios”, “que nos ilumine ante las decisiones importantes o difíciles”, “a rezar” y “a ser agradecidos por lo que tenemos y aceptar siempre el plan de Dios que tiene para cada uno de nosotros”, concluye Lidia.