“El objetivo de la misa es vivirla en comunidad, de forma conjunta, y acercarnos a Dios de manera comunitaria, pero nosotros apenas nos conocíamos”, ha comentado. Así que, al ver que no tenían momentos para verse porque llegaban a la misa con prisas y se iban muy rápido, decidieron organizar este After Mass.
Después de cada celebración, los jóvenes se reúnen en el Monasterio Santa Isabel y se preparan unas mesas con un picoteo. “Es algo informal y es una forma de que la gente converse y que sea algo espontáneo”, nos explica Uri. El objetivo de estos encuentros es que se genere “más comunidad y podamos conocernos más e ir creciendo en la amistad, la confianza y también mejorar la oración comunitaria que se da en la misa”.
En el último, participaron alrededor de 50 jóvenes del Regnum Christi y de otras realidades de Iglesia como Effetá. “El After Mass es una iniciativa muy buena para los jóvenes porque así contamos un espacio sano para la relación”, añade Uri.
Aunque llevan solo unos ediciones de esta actividad desde la pandemia, no quieren que sea una obligación de todos los domingos, sino que quieran realmente repetirlo porque les ayuda: “una experiencia muy buena para compartir y crecer en la relación”.