Hace dos años conoció este apostolado a través una novena del Sagrado Corazón que el P. Jorge Ranninger, L.C., envió por grupos de WhatsApp. “A partir de ahí, sentí una llamada muy fuerte a visitar al Santísimo Sacramento y a hacer Adoración”. Belén pasaba a menudo por el convento de clausura donde se realiza la Guardia de Honor, un sitio bastante alejado de su casa, y “yo me preguntaba por qué pasaba por ahí ya que no es un lugar cercano”.
Ella notaba que en su casa Jesús le decía: “Estoy solo, ven a consolarme” sin aún conocer lo que era este apostolado. Después de un tiempo, Belén comenzó a colaborar en Altius y coincidió con Verónica González, encargada de este apostolado y también celadora de la Guardia de Honor, y ella le explicó en qué consistía.
Belén ha escogido la hora de 5 a 6 de la tarde “para acompañar a Jesús en la vida diaria, teniendo presente que, hagas lo que hagas, estás acompañando a Jesús en el Sagrario para reparar su corazón”. Es la hora que se ofrece por las personas que están trabajando, por los derechos en el trabajo. Justo lo que ella realiza en la fundación Altius.
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