- “Me sorprendió la manera en que se vive la fe y el ser reflejo de Él aquí, en la tierra”
- “Para mí, ahora el Regnum Christi es casa”
- “Espero poder ser de verdad una herramienta del amor de Dios”
- “La alegría es la esencia y el motor la fe”.
Claudia estudia en la UFV. En esta entrevista nos cuenta cómo se dio cuenta de que quería formar parte de esta familia y qué pide a Dios a partir de ahora: “Una vida junto a Él y que cada día me pueda maravillar con su obra”.
¿Cómo conociste el Regnum Christi?
El Regnum Christi llegó a mi vida como un regalo en primero de carrera. Me lo presentó mi amiga Majo. Y todo empezó de la manera perfecta: un jueves de adoración en la capilla de la UFV.
Y de todo ello, ¿qué es lo que te hizo querer ser parte de Regnum Christi?
La manera en la que se vive la fe, y sobre todo la visión que tienen de Dios. El vivir por y para amar. Ser reflejo de Él aquí, en la tierra. También, la gente, que son mi segunda familia. ¡Una familia con la que ir de la mano al Cielo!
Entonces, ¿qué es el Regnum Christi para ti ahora?
El Regnum Christi para mí es casa.
¿Qué es lo que más te gustó de la celebración?
La celebración fue el domingo de Pentecostés. Parece que Dios lo hizo a propósito. Fue improvisada completamente. Me incorporé con uno de mis mejores amigos, Javi, en un lugar tan especial para mí como es la Capilla de Cerro. Estaban mis padres, mi abuela, mi madrina, que es mi amiga Carmen, la familia Maestre, que es la que Dios me ha regalado, y mis hermanos del Reino. Mis ángeles. En la misa estaban el P. Nicolás Núñez, L.C., el P. Rafael Pou, L.C., y mi padre espiritual, el P. Xavi Gutiérrez, L.C., quien hizo la homilía más bonita y especial que he escuchado hasta el momento. Fue una misa preciosa. Pude sentirla como nunca. ¡Estaba y estoy emocionada!
Ver esta publicación en Instagram
Claudia, ¿qué esperas de este nuevo tiempo que comienzas?
Poder ser de verdad una herramienta del amor de Dios. Que quien me vea, le vea.
¿Qué le pides a Dios y a la Iglesia a partir de ahora?
Hace unos meses me tocó una frase en adoración que hoy guardo en mi móvil. Una frase que me mueve mucho: “La alegría es la esencia y el motor la fe”. Pues básicamente, pido eso: que el motor siempre esté en marcha. Que me maraville cada día con su obra. Que sepa dar gracias y pedir perdón. Le pido una vida a su lado.