Cruz de Mayo | P. Toffolon, L.C.: “Los rostros de los niños, felices y orgullosos de llevar sus cirios, estandartes o costales, anuncian su amistad con Jesús”
LomásRC
La Cruz de Mayo procesionada por niños del ECYD nació hace 25 años. Para que todo haya funcionado bien a lo largo de este tiempo, mucha gente se ha implicado en cada procesión, y entre ellos destacan desde el principio Julio Talegón y Santi Llorente. Julio nos cuenta que “el primitivo paso se hizo entre algunos padres de familia: se compraron unos listones de madera y se construyó uno donde solo entraban cuatro niños”. En aquel momento “la cruz de mayo salía todos los días de una semana del mes de mayo, con la idea de que todos los niños del club pudieran sacarla”. “Todo era muy básico, empezando por las flores que eran de papel y que las ponían un grupo de madres de los niños”, recuerda.
Con el tiempo, se unieron las chicas del ECYD y se llegó a hacer un paso más grande, para 12 costaleros, las flores fueron de verdad y se contrató una banda de música. También el paso ha cambiado su salida, “actualmente la Cruz de Mayo sale del patio de la Iglesia del Salvador, después de haber cambiado de varios lugares, y el cortejo lo componen unos doscientos niños y niñas”.
El ECYD enraizado en la cultura sevillana
El P. Luca Toffolon, L.C., director del ECYD de chicos de Sevilla, nos explica que “con la Cruz de Mayo, el ECYD ha logrado integrar una tradición al más puro estilo sevillano”. Se trata del “anuncio de la Pascua gritado solo por los niños”. Y consiste “en disfrutar con los familiares y amigos que vienen a verlos, y aprovechar juntos para rezar el Rosario y pedir por todas las personas que están en la calle”.
Procesionan los cursos desde 5º de Primaria hasta 4º de la ESO, dejando a los mayores la responsabilidad de ser diputados de tramo (la persona que se dedica a ordenar el tramo durante la procesión). Los que portan el paso, que ensayan durante semanas, son los chicos de 6º de Primaria y los de 1º de ESO. Y en esta ocasión, asistieron más de 200 niños.
El P. Luca también nos explica que “la Cruz de Mayo es un testimonio vivido: los que predican son los mismos rostros de los niños que, felices y orgullosos de llevar sus cirios, estandartes o costales, anuncian así su amistad con Jesús”. Es más, “les enseña a no tener miedo de ser lo que son: chicos ECYD”.
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