Esta Misa tenía la particularidad de ser la primera que se celebraba presencial después del confinamiento y sin conexiones por Zoom.
Fue muy emocionante tanto para las señoras presentes, que en su mayoría asistían por primera vez a un a misa celebrada por él, como para el propio P. Luca, que en varias ocasiones comentó que le hacía mucha ilusión poder celebrar esta misa con la presencia de algunas madres del colegio a las que conocía desede hace tiempo y que en cierto modo le recordaban a su propia madre, la que sabe valorar el don que Dios le ha dado.
En la homilía explicó que, como María, hay que centrarse en lo necesario antes que en lo urgente. El mundo, hoy más que nunca, nos da a entender que todo es urgente, pero sabemos que lo auténticamente necesario es Dios. Por eso, con el comienzo del curso, todos, legionarios, consagradas, miembros y simpatizantes del Regnum Christi, con precaución y confiados en la voluntad de Dios y el buen hacer de todos, están logrando pasar de la vida virtual a la vida presencial más completa.
Al final de la Eucaristía, el P. Luca impartió la bendición aaronítica o franciscana. A él le gusta esta bendición porque “es la búsqueda del rostro del Señor, que es lo que tenemos que buscar cada día, que nos da la paz, la alegría y llena de sentido y de necesario todo lo urgente que estamos haciendo, tan importante en este tiempo que estamos viviendo, donde debemos parar a contemplar, en lugar de solo hacer mucho por Él” y, de esta forma, “ver Su rostro en el rostro de los demás”.