Las cantamisas son las primeras misas celebradas por un sacerdote recién ordenado y la Iglesia otorga indulgencia plenaria a todas aquellas personas que asistan a una de ellas y cumplan con los requisitos establecidos. En Madrid, el P. Xavi las ha celebrado en distintos lugares como Cerro de Coto con la sección de jóvenes de Almagro, en el Edificio Square de la UFV, etc.
Hemos hablado con el P. Xavier y nos ha contado que fue “un momento conmovedor” porque desde el otro lado del altar “todo se ve diferente”. “No podría sino dar gracias a Dios por cada persona que me acompañó en el cantamisa porque sabía que estaba ahí gracias a su apoyo”, ha explicado.
El P. Xavier ha comentado que durante este tipo de celebraciones siempre ayuda ver “cómo Dios sigue llamando” a personas a seguirle. No se considera un joven, pero sí un joven sacerdote: “Aún así, impacta ver cómo las filas de la Iglesia se van renovando y cómo Dios sigue enviando obreros a su mies”.
Durante la preparación de la cantamisa, no hizo nada en particular. “Lo increíble en estas semanas que llevo como sacerdote ha sido lo poco que uno hace y lo mucho que Dios actúa. Es un momento de gracia. Lo único que puedo hacer es dejarme querer”, ha concluido.