También, a través de otras actividades como Yios, Ignacio ha podido encontrarse con Él y ha tenido la oportunidad de convivir con muchos otros jóvenes que estaban en busca de “eso que les llenase el corazón”. “He experimentado que soy hijo de Dios, amado, y que, aunque hayas hecho cosas mal o la hayas liado, Dios está para ti, te quiere y no te va a culpar por ello”. Esta experiencia da “una libertad tremenda” porque uno se reconoce amado y querido. “Al recibir ese amor, quieres darlo. Por eso, el RC que hay en mí también se demuestra en esa sed de darse a los demás después de haber recibido”.
Encontrarás este y otros testimonios en YouTube. Ponte en contacto con nosotros si quieres grabar tu experiencia. Lo puedes hacer escribiendo al mail lomasrc@arcol.org.