“Un alto en el camino para tomar conciencia de los talentos que Dios me ha dado”. Una invitación, señala Jaime, “a estar siempre en movimiento, y confiar que si hablamos de la Verdad no nos debemos preocupar de nada más, la gracia de Dios hace el resto”.
El encuentro en Bilbao ha sido un alto en el camino para tomar conciencia de los talentos que Dios me ha dado y me da cada día. Me ha servido para darme cuenta de la gran familia que formamos el Regnum Christi y que juntos, con distintos dones que a cada uno de nosotros Dios nos da, formamos una herramienta al servicio de la Iglesia con la que alcanzar a almas que nos acompañen algún día al Cielo.
Ha sido también un fin de semana fraternal, donde he tenido la gracia de conocer a más hermanos de la gran familia que formamos y reencontrarme con otros.
Reencuentro con los talentos
En definitiva, ha sido un fin de semana para reencontrarme con los talentos que Dios me ha dado y que, si Dios me los ha dado, no son para guardármelos, sino para ponerlos a disposición de los demás en el lugar donde Dios quiera que esté cada día. Una invitación a estar siempre en movimiento, y confiar que si hablamos de la Verdad, de forma simple y natural, no nos debemos preocupar de nada más, la gracia de Dios hace el resto. No podemos llegar solos al cielo, ¡tenemos que llegar muy acompañados!