Este matrimonio ha participado en “Slow Love, Amor a fuego lento”, un taller que el Regnum Christi y el colegio ofrecen sobre el matrimonio, y que concluye con una renovación matrimonial. Este año, Slow Love estuvo compuesto por tres sesiones: “Agárrate que vienen curvas”, impartido por Maribel Serrano, Coordinadora de Pastoral del Cumbres School; “Evolucionar sin perder la esencia”, a cargo de Javier Ros, profesor de la Universidad Católica de Valencia; y “El Señor construye tu casa”, por el director de Cumbres School, el P. Wagner Campopiano, L.C.

¿En qué os ha servido Slow Love? ¿Siempre hay algo que poner al día, o que descubrir en el matrimonio?

Nos ha ayudado mucho. La rutina, el trabajo, nuestros hijos… muchas veces no nos damos cuenta, pero en ocasiones descuidamos el matrimonio. Nos ha recordado lo importante de los detalles, del perdón, del respeto… También nos hace ver nuestra pequeñez y pobreza sin Cristo, y su misericordia hacia nosotros.

Después de casi cuatro años casados, ¿qué supone renovar vuestras promesas matrimoniales?

Para nosotros supone decirnos un “SÍ” cada día, un “Sí, te quiero querer” a nosotros y a Dios. Renovar esto cada día. Para nosotros supone recordar que el otro es nuestra escalera al cielo y que queremos querernos como Dios nos ha querido primero.

Es habitual hacer chistes y gracias sobre el matrimonio presentándolo como una cruz, ¿de verdad es un enfoque correcto?

No, este tipo de “chistes” suele humillar, menospreciar o ridiculizar al cónyuge. Una forma de cuidar y valorar al otro es no hacer este tipo de chistes o bromas. Pero es cierto que muchas veces se vive la cruz dentro del matrimonio, no hay amor sin cruz, ni cruz sin amor.

¿Nos podéis recomendar el ir al Slow Love en la próxima ocasión por algún detalle que os haya impactado y que recomendáis a otros matrimonios?

¡Totalmente recomendable! Se habla de muchos problemas, sufrimientos o heridas que puede haber en nuestro matrimonio y estas charlas vienen en nuestra ayuda con una Palabra. No somos perfectos, nuestros matrimonios no son perfectos y hay sufrimientos, solo tienen que ser iluminados.