Monseñor Vilanova a los miembros del Regnum Christi de Barcelona: “Mirad a los demás como Cristo os ha mirado”
LomásRC
El encuentro fue presentado por el P. Manuel Aromir, L.C., director de la sección de adultos de Barcelona, y entre los presentes también se encontraba el párroco de Sant Vicenç de Sarriá, don Joan Obach. La conferencia también fue una oportunidad para presentar a la colaboradora del Regnum Christi, María Silvia Rivero, ya que ayudó en diferentes aspectos de la organización, y que ha llegado este curso a Barcelona.
Don Javier Vilanova articuló su conferencia en torno a tres aspectos: una descripción de la realidad, la actitud del cristiano ante la evangelización y concluyó con algunos campos en los que los cristianos, y por tanto también los miembros del Regnum Christi, deben dar respuesta y estar presentes.
Una ocasión para el testimonio
Explicó en primer lugar la importancia de conocer el terreno para saber cómo evangelizar. En este sentido explicó que hay mucho bien en nuestro mundo, a la vez que nos aterroriza la maldad que puede salir del corazón humano. En cualquier caso, el crecimiento de la secularización en Europa también se está convirtiendo en una ocasión para dar testimonio de la fe cristiana.
En segundo lugar, pidió no perder la esperanza y acercarnos a la parábola del sembrador. Si la fe se presenta con alegría, resulta atractiva para la sociedad. Estamos llamados a salir al encuentro de las necesidades de la gente, y este sentido se puede afirmar claramente que “el cristianismo se puede transmitir por la envidia”.
El cristiano no mira el mundo como un lugar de perdición, sino como un campo de oportunidad. Por ello, es importante la actitud en la vida y mirar a los demás “como Cristo te ha mirado”. En palabras del obispo auxiliar: “Es apasionante vivir la fe hoy”.
Ponerse en salida
En cuanto a los campos donde los miembros del Regnum Christi pueden aportar, monseñor Vilanova, entre otros, señaló los siguientes. Por una lado, la vida parroquial: “Fuente de la que beber y comunidad de comunidades”. Hay una necesidad de compartir con otras parroquias, de unir esfuerzos.
Otro aspecto sobre el que hizo énfasis es el Primer anuncio. Como diría el Papa “estar en salida”, lo cual nos recuerda el lema del programa pastoral de la diócesis de Barcelona “Sortim”, de forma que busquemos “los medios e iniciativas necesarias para hacer llegar el Evangelio a nuestro mundo”. No hay que dar nada por supuesto, y apostolados como Effetá, Emaús, Bartimeo, Sponsus… son fundamentales, pero también pensando siempre en que hay un después del Primer anuncio.
También subrayó la importancia de la familia. Hay una gran sensibilidad con este tema en la diócesis. Se necesita llegar a las familias alejadas, muchas de ellas muy necesitadas. Se necesitan también familias de acogida, pues hay una urgencia en “construir las personas, e ir reconstruyendo familias”.
Por supuesto, el campo de la juventud, un “campo apasionante”. Los jóvenes son la esperanza de nuestro mundo, pero tiene que estar “agarrados a la fe”. Por ello hay que “confiar en ellos y acompañarlos”. Para los jóvenes es básica la formación y, paralelamente, el acompañamiento personal. Se necesita la creación de comunidades de fe que se vinculen con la iglesia diocesana.
En cuanto a la colaboración en los colegios, pidió no tener miedo de mostrar la antropología cristiana a alumnos, padres y maestros. También pidió no descuidar a los más vulnerables de nuestra sociedad, pero sin perder la esencia de la identidad cristiana: no somos una ONG, ofrecemos un apoyo humano y también espiritual.
Finalmente también pidió que se cree una cultura del compromiso: “Necesitamos darnos del todo; salir de la zona de confort”. Y ello supone una cultura vocacional, a todas las vocaciones, por supuesto, pero sin tener miedo a proponer también la vocación sacerdotal y a la vida consagrada.
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