Ordenación sacerdotal del P. Marcin: “El sacerdote no es un soltero amargado, es un padre fecundo que engendra vida en las almas de las personas, vida eterna”
LomásRC
- Quiero compartir mi ordenación con las personas con las que vivo, trabajo diario, con los jóvenes y adolescentes que acompaño en el colegio y en el ECYD.
- ¿Nos podemos imaginar de qué es capaz un apóstol que se ha encontrado con Cristo vivo en el siglo XXI? El mundo los necesita más que nunca.
- De mi etapa del ECYD y joven del Regnum Christi en Polonia recuerdo que siempre pensábamos en grande, ¡en cambiar el mundo!
- Web con toda la información relativa a su ordenación sacerdotal
- El P. Marcin Jablonski, ordenado diácono en el Santuario San Juan Pablo II, de Cracovia
- Llamado a testimoniar a Cristo por la comunión | Conversación con el H. Marcin Jablonski, legionario de Cristo, en vísperas de su ordenación diaconal
A un mes de su ordenación sacerdotal, el P. Marcin ha sacado unos minutos de su agenda para compartir cómo se encuentra en estos momentos, cómo es su oración, cómo vio con claridad que Dios, en la adoración, le “invitaba a lavar los pies de los discípulos junto con Él”. Y cómo se ha puesto a disposición de Dios para cumplir con esa invitación: “Si logro crear el ambiente y las circunstancias para que los jóvenes se encuentren con Cristo, Dios hará todo lo demás, hará maravillas en sus vidas”.
¿Por qué ordenarse en Barcelona y no en Polonia junto a su familia como en la ordenación diaconal? ¿Y por qué el Monasterio de Pedralbes?
Me lo ha pedido Robert Lewandowski. Jajaja… ¡Es broma! Lo estuve discerniendo durante varios meses. No estuve seguro qué lugar es el más adecuado. También hubo la opción de ordenarse en Roma. Pero por medio de varios factores, el Espíritu Santo me ha indicado la ciudad de Barcelona, mi actual lugar de misión, como el sitio mejor para la ordenación. Quiero compartirlo con las personas con que vivo, trabajo diario, con los jóvenes y adolescentes que acompaño en el colegio y en el ECYD.
¿Cómo es su oración estos días? ¿Qué le dice al Señor?
Estas semanas, el tema que da vueltas en mi oración, es el de paternidad. Los sacerdotes no son solteros amargados ¡jajaja…! Sino padres fecundos, que engendran una vida en las almas de las personas, vida eterna. Me emociona mucho esta dimensión del sacerdote, es una responsabilidad enorme pero, al mismo tiempo, una alegría profunda de poder ser el rostro de Dios Padre aquí en la tierra para sus hijos amados.
¿Está nervioso a un mes de ordenarse?
Muy emocionado, nervioso, la verdad, que no. Va a suceder algo demasiado grande para poder entender o abarcar todo este don. Sin embargo, Dios me lo quiere regalar a mí, y si este es su plan, yo tranquillo. A mí no se me hubiera ocurrido todo esto, es su plan. Pues genial.
En la adoración es donde Cristo con mucha generosidad muestra su rostro y te revela su voluntad.
¿Qué es lo primero que va a hacer una vez sea ordenado?
Celebrar la Misa. Es lo más grande que puede hacer el ser humano en la tierra. Decir: “Este es mi cuerpo, entregado por vosotros…”. “Mi cuerpo…”. Lo digo yo, pero lo dice Cristo. Es muy fuerte que me voy a acercar de esta manera al misterio de la Eucaristía. Al centro de la vida de la Iglesia. Al mismo tiempo ofrecer al Padre el sacrificio de gloria más perfecto.
¿Qué recuerda de su etapa como niño del ECYD y joven del Regnum Christi en Polonia?
¡Fue increíble! ¡Siempre pensábamos en grande! ¡En hacer una diferencia en esta sociedad, en cambiar el mundo! Probablemente, sin saber cómo, pero no importaba. Seguíamos a Cristo como podíamos, Él se encarga siempre de lo demás.
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¿Hay algún sacerdote que haya sido ejemplo para usted y le haya servido de inspiración?
Más de uno me ha aportado muchísimo. Tuve gran suerte con mis directores espirituales a lo largo de mis años de formación. Verdaderos padres que inspiraban. Aprovecho la pregunta para hablar de mis hermanos Legionarios. En gran parte, gracias a varios de ellos, estoy aquí. Sobre todo en los momentos más difíciles estaban incondicionalmente a mi lado. Sé que entregarían su vida por mí, si hiciese falta. Son para mí uno de los dones más valiosos que he recibido. ¡Gracias!
¿Cómo acogió su familia la noticia de su vocación sacerdotal?
Con algo de sorpresa. Mis papás y mis dos hermanos lo veían como una bendición para la familia, y desde el inicio me han apoyado mucho. Mis hermanas, en cambio, ¡no me querían dejar entrar al seminario! Jaja… pero después de unos años, viéndome feliz dijeron que “¡vale! Jajaja…
Es un don enorme de vivir la vocación en el Regnum Christi dentro de una familia tan extensa, cada rama con sus riquezas que aportan al conjunto.
¿Cómo han sido sus años como seminarista? ¿Recuerda algún momento especial que haya fortalecido su decisión de decir sí a ser sacerdote?
“Dios no quita nada, lo da todo”. Así podría resumir mi experiencia de entrar al semanario y entregarse a Dios. A lo largo de estos años de formación, he tenido varios momentos decisivos. Siempre delante de la Eucaristía, en la adoración. Es ahí donde Cristo con mucha generosidad muestra su rostro y te revela su voluntad. Me acuerdo muy bien una noche durante los ejercicios espirituales, justo en la adoración. Contemplando el Cenáculo y la Última Cena. Es difícil de explicar, pero vi con claridad que Cristo me invitaba a lavar los pies de los discípulos junto con Él. Servir como Cristo, con Cristo a sus amigos más íntimos. Esta experiencia me ha dado una certeza cada vez mayor sobre el camino que Dios ha soñado para mí.
¿Qué papel desarrolla la comunidad de legionarios a la hora de madurar la vocación como seminarista? ¿Y la comunidad Regnum Christi?
Es clave. Dios no llama a algunos individuos a vivir la fe cristiana. Él llama a vivirla en comunidad. Igual, como ha formado a la comunidad de los Doce, o a las primeros grupos de cristianos. En la Legión vivimos como apóstoles en las comunidades y todavía más como Regnum Christi, donde compartimos el mismo carisma y espiritualidad. Es un don enorme de vivir la vocación dentro de una familia tan extensa, cada rama con sus riquezas que aportan al conjunto. Según yo, en esta comunión, dentro de la propia comunidad y entre las ramas, se juega la vivencia del carisma que Dios nos ha regalado.
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Si no fuera sacerdote… ¿qué habría hecho?
Intentaría ser piloto de Fórmula 1. Jajaja… o comerciante internacional.
¿Qué pensó cuando le destinaron a Barcelona? ¿Barcelona le ha aportado algo especial en este proceso de discernimiento vocacional?
¡Fue una sorpresa! ¡Pero me encanta dejarme sorprender por Dios! Justo ahí es donde perdemos el control de nuestros planes, es donde Él actúa con más fuerza. Estoy aprendiendo muchísimo en la localidad de Barcelona. No tanto al nivel del discernimiento vocacional, que este ha concluido hace años, pero sí en cuanto a la maravilla de compartir a Cristo a las almas que tiene tanta sed de Él.
Trabaja principalmente con jóvenes: ¿En qué consiste eso?
Correcto, con los jóvenes y adolescentes. Busco que los chicos se encuentren con Cristo. Punto. Si logro a crear el ambiente y las circunstancias para que este encuentro pueda suceder, Dios hará todo lo demás, hará maravillas en sus vidas.
El destino a Barcelona: “¡Fue una sorpresa! ¡Pero me encanta dejarme sorprender por Dios! Justo ahí es donde perdemos el control de nuestros planes, es donde Él actúa con más fuerza.
¿Evangeliza, o le evangelizan?
Ambas cosas. La vida de fe es un proceso constante. Si dejo de recibir, dejaré de dar. Es increíble que cada día Dios nos quiere regalar tanto por medio de otras personas que tenemos alrededor. Ojalá que siempre sea capaz de acoger todos estos dones y gracias.
¿A qué está llamado el Regnum Christi y, por tanto, los Legionarios de Cristo, a aportar en la Iglesia actualmente?
Tenemos un carisma, es decir un don del Espíritu Santo para la Iglesia. Y este consiste en formar apóstoles en todos los ámbitos de la sociedad. Nos podemos imaginar ¿de qué es capaz un apóstol que se ha encontrado con Cristo vivo en el siglo XXI? El mundo lo necesita hoy más que nunca.
Además, estoy convencido que Dios nos pide ser un signo de comunión entre los movimientos de la Iglesia. “Que nos queramos siempre más”, como dice la canción de Hakuna.
Pim, pam, pum
- Ordenación sacerdotal: Don
- Diaconado: Servir
- Polonia: Nación amada
- Dirección Espiritual: Camino seguro
- Pobreza: Difícil
- Jóvenes: presente y futuro
- Cambiar el mundo: ECYD
- Legionario de Cristo: Obra de misericordia
- Sacerdote: Cristo
- Consagrada: Hermana
- Laico: Hijo de Dios
- Laico consagrado: Hijo de Dios 2.0
- Papa Francisco: Pastor
- Juan Pablo II: Apóstol encendido
- Sotana: Fuerza
- Amigos: Brothers
- Cielo: Aperol Spirtz
- Jesús: Todo
- Misión: Honor
- Comunidad: Hogar
- Un libro: Debe ser corto
- Una película: Gladiador
- Una canción: Huracán
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