- “La misión de una colaboradora es acompañar y estar con el otro”
- “Aunque a veces no lo veas claro, Dios siempre va a estar ahí esperando para derramar toda su gracia, toda su luz”
- “Ser colaborador es una forma muy bonita con la que un joven puede darse a Dios y ayudar al otro de una manera muy cercana”
- “Aquí Dios se hace presente todos los días y no solo los días especiales en los que lo sientes más sensiblemente”.
Allí, Paloma ayuda a los chicos del ECYD organizando sus actividades y formaciones y acompañándolos en su día a día. En esta entrevista, Paloma nos cuenta su experiencia hasta ahora y qué es lo que más le está sorprendiendo de este tiempo: “Aquí Dios se hace presente todos los días y no solo los días especiales en los que lo sientes más sensiblemente”.
¿Qué te llevó a descubrir que Dios te llamaba a ser colaboradora?
No diría que sentí una llamada específica para ser colaboradora, sino que tuve una experiencia muy bonita y muy especial con el ECYD con la que me di cuenta de todas las gracias que Dios me había dado y todo el amor que Él tenía en mi corazón. De forma natural, me di cuenta de que todo lo que tenía en ese momento no me lo podía quedar solo para mí. Tenía que transmitirlo, llevarlo, expandirlo. También tenía una relación muy especial con otros colaboradores. Así que decidí dar todo mi yo a Dios y a los demás este año.
“Me di cuenta de todo el amor que El tenía en mi corazón, y que todo lo que tenía en ese momento no me lo podía quedar solo para mí. Tenía que transmitirlo, llevarlo, expandirlo. Decidí dar todo mi yo a Dios y a los demás este año.
¿Cómo recibió la noticia tu entorno? ¿Te está costando la distancia física que os separa?
Fue muy bonito y muy fácil decírselo a las personas de mi alrededor. Mi familia, mis amigas y todos me animaron mucho, estuvieron muy cercanos a mí, apoyándome y acompañándome.
Ya llevo siete meses y a veces me cuesta un poco más el tema de la distancia, sin estar en mi casa con mi familia. Unas veces se siente más, otras menos. La verdad, gracias a la tecnología, no los sientes tan lejos. A tu familia, aunque esté a millones de kilómetros, no la sientes lejana. Les cuento todo lo que vivo y ellos también comparten cosas que viven en España. Es muy bonito cómo me acompañan en todo lo que vivo aquí también y cómo comparten ellos.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido hasta ahora?
La verdad que Dios es sorprendente en cómo actúa día a día. Una de las cosas que más me sorprende es cómo Dios se hace presente todos los días y no solo los días especiales en los que más lo sientes sensiblemente. Dios envía regalos todos los días a todas las personas y es muy bonito poder ser consciente de ello y darse cuenta para poderlo agradecer.
Otra de las cosas que me ha sorprendido es como Él es el que actúa realmente. Él y el Espíritu Santo actúan y yo solo soy un medio con el que Él actúa, actúa Él a través de mí. Aunque a veces es difícil verlo, al tiempo, lo puedes confirmar.
Él es el que actúa realmente. Él y el Espíritu Santo actúan y yo solo soy un medio con el que Él actúa, actúa Él a través de mí.
¿Cuál es la misión de un colaborador en una localidad? ¿Y la tuya concretamente en Argentina?
La misión de una colaboradora es acompañar y estar con el otro, sobre todo de hablar con él, de compartir, de escuchar. Tanto a los universitarios como a los más pequeños de primaria y de secundaria. Podemos charlar de la vida y también organizar el apostolado con ellos.
De forma concreta lo hago en el ECYD, con niños de primaria y secundaria. Les ayudo a organizar las actividades del ECYD, sus jornadas. También me ha tocado mucho ayudar en las misiones de secundaria de Juventud Misionera, que atrae mucho a la gente.
¿Crees que se necesita alguna cualidad o característica especial para ser colaboradora?
Creo que se necesita acompañar siendo tú misma. A veces, al pensar en ser colaboradora, uno de los miedos es pensar que no voy a ser capaz: no sé si voy a poder, si tengo las cualidades y los talentos. Luego, uno se da cuenta de que cada uno es como es y no es que tú te tengas que adaptar al molde de cómo ser la colaboradora perfecta. ¡Para nada! Uno siendo como es, así es como es la colaboradora, así es como lo quiere Dios. Y no hace falta nada especial, solamente querer a Dios y querer al prójimo como a ti mismo, y el querer entregarse al otro y estar dispuesto a todo y estar disponible. Pero sobre todo, ser apóstol de Cristo siendo yo misma. Es lo que se necesita. No hay que ser ni más ni menos creativo, ni más artista…
Cada uno es como es y no es que tú te tengas que adaptar al molde de cómo ser la colaboradora perfecta. No hace falta nada especial, solamente, sobre todo, ser apóstol de Cristo siendo yo misma. Es lo que se necesita. No hay que ser ni más ni menos creativo, ni más artista…
¿Por qué es importante la figura del colaborador en la familia del Regnum Christi?
Es importante porque es otra manera de seguir edificando y expandiendo el Reino de Cristo en la tierra. Es una forma muy bonita con la que un joven puede darse a Dios y ayudar al otro de una manera muy cercana. Por ejemplo, con los adolescentes.
¿Qué esperas que suceda en tu vida personal a lo largo de este año de colaboradora?
Ser otra herramienta que la que dispone el Regnum Christi para que Dios siga manifestándose a los hombres de hoy.
¿Qué le dirías a un joven que se está pensando ser colaborador, pero los miedos se lo impiden?
Le diría que confíe. La confianza en Dios es muy importante para todo, sobre todo cuando empiezas. También le diría que se lance a la aventura confiando en que, como lo hace por Él, va a ser lo mejor que le va a pasar en la vida. Que confíe en que Dios siempre va a estar ahí presente. Aunque uno de primeras no lo vea claro, Dios siempre va a estar ahí esperando para derramar toda su gracia, toda su luz.