Todo surgió por una inquietud de algunos hermanos legionarios que hicieron prácticas en España para poder enseñar a rezar utilizando la Biblia. El H. Daniel Fernández, L.C., uno de ellos, señalaba a estos jóvenes que está seguro de que “la Palabra de Dios es una palabra viva, que quiere responder a tu presente, no es una palabra muerta. No es un libro de historia o de matemáticas, es un libro que quiere responder a muchas preguntas que los jóvenes tienen en su corazón en estos días”. Esta iniciativa ha buscado dar las bases a los chicos para que tengan un encuentro con el Señor a través de su Palabra, a diferencia de otros apostolados que ofrecen reflexiones del Evangelio diario, pero son reflexiones ya hechas y que, al final, no siempre se logra un verdadero contacto con la Palabra de Dios y, lo más importante, responder en oración a “¿qué es lo que Dios me quiere decir a mí con ese Evangelio?”.

Todo un curso de oración

Este proyecto comenzó el domingo 16 de abril de 2023, el Domingo de la Misericordia, con una videollamada a los 80 chicos y chicas que quisieron participar en este proyecto. A lo largo de seis semanas, a lo largo de la Pascua, cada día se ha enviado un audio corto de dos o tres minutos sobre el contexto del Evangelio del día donde se presentaban pautas de cómo se podía encaminar la oración posterior al leer ellos mismos el Evangelio. También cada día presentaban otras citas de la Sagrada Escritura, como pasajes paralelos para complementar la oración.

Además, los jueves han sido los “jueves de feedback”, es decir, cada participante, estaba invitado a través de un WhatsApp, audio o de forma presencial, a comentarle al director espiritual cómo iba con este programa de oración: luces recibidas, dificultades encontradas, etc. Y, finalmente, todos los domingos se han conectado de nuevo para recibir una cápsula de formación de veinte minutos sobre temas que ayudan a aprender a rezar: “Hijos del Padre”, “Examen de la oración y examen del día”, “Tipos de oración” o “Vida en el Espíritu”…

“El proyecto no buscaba que se queden dependiendo de reflexiones diarias, por eso ha tenido su fin”, explica el H. Daniel. “Era un impulso y la idea es que ahora, los jóvenes puedan por sí solos comenzar a rezar. Que ellos mismos cojan el Evangelio del día y puedan meditar qué les quiere decir Dios a través de la Palabra, lo que Dios quiere hacer con ellos”. De todo ello, Alejandra Vásquez, del Regnum Christi de Valencia, nos cuenta su experiencia.

¿Cómo te ha ayudado RC Biblia en tu vida de oración?

Me ha ayudado a estar más atenta al momento de leer o escuchar lecturas bíblicas, porque durante este proceso, pude darme cuenta cómo el Espíritu Santo se hace presente en las diversas lecturas para darme a entender algo específicamente.

¿Y qué ha sido lo que te ha animado a apuntarte?

La curiosidad por aprender más, pero debo de confesar que se pasó la fecha para solicitar ser parte de este proceso, comencé un día después. Pero fue mi director espiritual, el P. Sebastián Rodríguez, L.C., director de sección de jóvenes de Valencia, quien me comentó sobre esta iniciativa y me dijo que sería realmente interesante, y así fue. Ahora no me queda ninguna duda que el Espíritu Santo influyó desde el principio, tanto para que P. Sebastián me hablara de esto, como para que el H. Daniel me dejara ser parte.

¿Qué has aprendido con esta iniciativa sobre rezar con la Biblia?

He aprendido muchas cosas, pero una de las más importantes para mí es incluir al Espíritu Santo en todo momento de mi vida y estar atenta a lo que desea transmitirme no solo a través de los diferentes capítulos y versículos de la biblia, sino a través de cada momento y vivencia de mi día a día, porque durante el desarrollo de esta iniciativa, Él se ha comunicado conmigo de diversas maneras.

Ahora que ha “concluido” este proceso, es momento de seguir aplicando todo lo aprendido, ya que los hermanos que han participado en nuestra formación nos han compartido diversas herramientas útiles para aplicar principalmente en nuestros momentos de oración, pero también otros para aplicar en nuestro día a día.

¿Qué te han parecido los contenidos que os enviaban, el feedback y la charla de los domingos?

Me ha parecido una muy buena estructura porque personalmente me sentí involucrada y parte de algo. El mensaje diario me hacía el recordatorio de mi “tarea”, tal vez si me hubiesen enviado todas las lecturas desde el principio o por semana, seguramente no las hubiese terminado. Por otro lado, el feedback con mi director espiritual cada jueves, me recordó que, como humana, tengo dudas, dificultades y que no está mal, al contrario, puedo contar con alguien que me oriente en estas dudas. Y finalmente, las cápsulas de formación me encantaron, aprendí mucho porque me sirvieron como complemento para comprender las lecturas e insisto, para aplicar en mi diario vivir.

No me cansaré de decir que esto ha cambiado mi vida para bien y que estoy muy agradecida por cada una de las personas que hicieron posible esta iniciativa. Como dice mi frase favorita: “Cada historia tiene un final, pero en la vida cada final es un nuevo comienzo”. Así que ahora a comenzar un capítulo más con la ayuda del Espíritu Santo y todo lo aprendido.