En sus palabras recalcó la importancia del deseo y “el sueño” que Dios tiene para cada uno de nosotros, así como el de llevarlo a término en nuestras vidas.
Todos tenemos, pues, una vocación: el matrimonio, la consagración, el sacerdocio… Para ello, te proponemos una oración diaria para rezar por las vocaciones en la Iglesia y la fidelidad a la invitación que Dios nos hace.
“Padre Celestial, sé que me amas.
Confío en que tienes una vocación especial para mi vida
que conducirá a mi santidad, mi felicidad y la salvación de las almas.
Enséñame cómo hablar contigo y escucharte,
para que en el silencio de la oración
puedas abrir mi corazón para conocer y seguir este plan.
Si soy llamado(a) a una vocación en Tu Iglesia,
dame el coraje para decir “sí”.
Si me llamas a la vocación del matrimonio,
llévame a mi futuro(a) cónyuge.
Por favor, coloca personas santas en mi camino
para ayudarme a conocerte, amarte y servirte,
para que pueda convertirme en un testigo efectivo de Tu amor en el mundo.
Te lo pido también por intercesión de San José,
Patrono de la Iglesia Universal y custodio de las vocaciones.
Amen”.