- Descubrir toda la belleza de ser una persona bautizada, me impactó mucho porque fue como abrir otro horizonte
- Saber que mi consagración ya es “para siempre” me ha abierto el corazón a recibir el amor de Cristo de una manera nueva, más libre, más completa
- La vida podría ser mucho más bella si todos supieran que Dios nos conoce y nos quiere.
- A mí, las crisis y las dudas de estos años me han llevado a un discernimiento cada vez más hondo
Es norteamericana, son once hermanos y nos cuenta que conoció a las consagradas cuando tenía 7 años. De aquella ocasión recuerda que “al final de aquel día las vi entrar en la Iglesia, y años más tarde entendí el significado: descubrí a las consagradas transmitiendo durante toda la jornada el amor de Dios y su cercanía, y al final del día, entrar en la Iglesia y estar a solas con Cristo: me encantó”. Ella ahora hace lo mismo tras sus jornadas de estudios en San Damaso y de apostolado en Everest School Monteclaro.
¿Cómo conociste a las Consagradas del Regnum Christi?
A los siete años fue la primera vez que conocí a las consagradas y tengo el momento grabado en mi mente: estuvimos con ellas y con otras familias. Al final del día las vi entrar en la Iglesia, y ese momento tan sencillo hizo un ‘clic’ en mí. Años más tarde entendí mejor el significado: descubrí a las consagradas transmitiendo durante toda la jornada algo tan grande como es el amor de Dios y su cercanía, y al final del día, entrar en la Iglesia y estar a solas con Cristo. Eso me encantó y lo pienso mucho. Cuando hoy llego al final del día, cansada por las tareas diarias, voy a la capilla y encuentro mucha paz y mucha consolación. Al final del día soy de Cristo y me quedo solo con Él.
Cuando hoy llego al final del día, cansada por las tareas diarias, voy a la capilla y encuentro mucha paz y mucha consolación. Al final del día soy de Cristo y me quedo solo con Él.
Cuál ha sido tu recorrido para llegar a esta decisión definitiva?
Después de graduarme en el colegio entré al candidatado, con 18 años. Para mí, el primer año fue descubrir lo que significa ser cristiano, la llamada y la santidad que viene con el bautismo. Descubrir toda la belleza de ser una persona bautizada, me impactó mucho porque fue como abrir otro horizonte. Después de eso fui más a fondo a ver qué significa seguir a Cristo en la vida consagrada, desde los votos de pobreza, castidad y obediencia.
Fueron dos años de mucha reflexión en temas que tocaban mi identidad, verlo desde fuera para entender qué es. Tras estos dos años me consagré. Me acuerdo que el día de mi consagración pensé: “¿Qué puede pasar en seis años? ¿Por qué necesito tanto tiempo?”. En ese momento lo tenía claro, pero durante el proceso lo puse en duda muchas veces.
Empecé mi etapa de estudios, que son tres años, y el primero lo hice en EEUU y luego fui a Madrid a estudiar Teología en la Universidad de San Dámaso. Esos tres años tuvieron sus retos, pero empecé a vivir la vida consagrada siendo realmente sincera conmigo misma, preguntándome si estoy creciendo como persona. Por mucho tiempo, pensé que si algo me costaba podía significar que no tengo vocación. Ha sido un proceso muy largo, muy bonito, de experimentar día tras día, en cosas muy chiquitas y cotidianas, como Dios me va confirmando de manera muy sencilla.
¿Cuál ha sido el papel de tu familia en tu vocación?
Mis padres y mis hermanos mayores han influido muchísimo en hacer real mi relación con Cristo, tomar muy en serio el hecho de que tenemos un Dios que nos conoce, nos quiere, sabe lo que nos va hace felices. Me transmitieron esa confianza en Dios, me decían que hacer la voluntad de Dios vale la pena, porque Él nos conoce y quiere lo mejor para nosotros. En mi familia todo el tema de la vocación se vivía con mucha naturalidad y apertura.
El tema del Regnum Christi sí que costó un poco al principio porque hubo resistencia por parte de unos amigos muy cercanos, surgieron preguntas y dudas. Tengo una hermana que estuvo nueve años consagrada y después se regresó a casa. Era una situación difícil y dolorosa, y mis padres tenían miedo de que me ocurriera lo mismo. Ha sido todo un proceso, pero hoy por hoy, mis padres son felices porque me ven feliz y me han apoyado al cien por cien.
Mis padres y mis hermanos mayores han influido muchísimo en hacer real mi relación con Cristo
¿Cambia mucho la experiencia que tienes de Cristo antes y después de la emisión de los votos definitivos?
Saber que mi consagración ya es “para siempre” me ha abierto el corazón a recibir el amor de Cristo de una manera nueva, más libre, más completa. Esta es mi vida, esto es mi camino a la santidad, Cristo quiere que le ame así, me ama así, y no le es indiferente mi respuesta. Ahora no hay más horizonte que el cielo, lo que me toca es vivir, responderle con todo mi corazón, en esta vida consagrada, en este mundo. Mi compromiso con Él solo refleja su compromiso conmigo, y sé que puede contar con Él de manera muy real para toda mi vida.
Ahora no hay más horizonte que el cielo
¿Por qué hiciste tus votos definitivos en Roma y no en Estados Unidos o en la misma España en donde estás destinada? ¿Estuvo tu familia para la Misa?
Roma definitivamente no fue el lugar más “lógico”, pero desde hace mucho llevaba el deseo en el corazón. Hacer los votos en Roma, en el corazón de la Iglesia, para mí fue un gesto que explicita algo hermoso que es verdad para toda persona consagrada: que nuestra vocación nace del corazón de la Iglesia y que nuestra vida y misión solo tienen sentido desde dentro de ella. Por la situación de la pandemia mi familia no podía estar conmigo en persona, pero no faltaba su apoyo y cercanía desde lejos.
Hacer los votos en Roma fue un gesto que explicita algo hermoso que es verdad para todo consagrado: nuestra vocación nace del corazón de la Iglesia
¿Qué te mueve en la misión de hacer presente el reino de Cristo en la sociedad?
Hay tantas personas en el mundo que no tienen ni idea de la belleza de la vida y de quién es Dios, de lo bueno que es, de cuanto nos ama, y vamos pasando por este mundo sufriendo mucho más de lo que hace falta, en mi opinión. La vida podría ser mucho más bella si todos supieran que Dios nos conoce y nos quiere. Me emociona saber que mi vida, de alguna manera, puede anunciar la presencia de ese Dios tan bueno y que tanto nos ama.
¿Cómo es tu vida de oración? ¿Qué te dice Dios en ella?
Me recuerda que me conoce -más que yo a mí misma- que puedo confiar en Él, y que Él me cuidará. Me ama y me invita a amarle con totalidad. En el Evangelio me enseña a vivir, y en la vida me acompaña. Al final del día se lo ofrezco todo y así todo lo compartimos.
En tu trabajo con las niñas de Primaria de Everest School Monteclaro, ¿qué es lo que se llega a aprender de ellas?
Me encanta entrar a la capilla en la hora del patio y encontrar a varias niñas ahí, cantando a Jesús (no siempre todas la misma canción a la vez). Hay una espontaneidad y sencillez en cómo se acercan a Jesús que me derrite el corazón (¡y él de Jesús más, no lo dudo!).
¿Y ellas de ti?
Espero que encuentren un reflejo del rostro de Dios en mí. Dios nos ama con ternura. A los adultos a veces nos cuesta recibir tal amor de Dios; a los niños no, es el lenguaje del amor que conocen. Creo que si captan ahora que Dios les ama así, eso les dará una base sólida para confiar en Él más adelante.
Espero que las alumnas de Everest encuentren un reflejo del rostro de Dios en mí. Dios nos ama con ternura
¿Qué le dirías a una chica que esté discerniendo su vocación a la vida consagrada?
Que no tenga miedo. Que se acerque a Jesús con mucha confianza para aprender a escucharle en lo profundo del corazón. Vale la pena, sea cual sea tu vocación. Es algo maravilloso descubrir tu lugar en el mundo desde los ojos de Dios. Quiere que tengamos vida, “¡y vida en abundancia”! (Jn 10, 10).
Cuando alguien tiene dudas a lo largo del camino de discernimiento, ¿qué consejo le das?
Que tampoco tenga miedo. Todo sirve para el bien. A mí, las crisis y las dudas de estos años me han llevado a un discernimiento cada vez más hondo. Abrirse con sencillez y sinceridad a un director espiritual también ayuda para tener un punto de vista más objetivo, y para saber cómo proceder en el discernimiento. Y sobre todo mucha confianza en Dios. Quiere algo maravilloso para ti.
A continuación puedes ver un vídeo con motivo de las consagraciones que han tenido lugar durante el año 2020: las de Rose Cunninghan, Victoria Backstrom, Daniela Ferro y Julian Frommling.
Pim,pam,pum
- El pasado: gratitud
- El presente: gozo
- El futuro: esperanza
- Los otros: hermanos
- Estados Unidos: mi casa
- Votos definitivos: fidelidad
- Laico: la Iglesia
- Comunión: la Trinidad
- Legionario de Cristo: hermano en Cristo, Alter Christus
- Consagrada: hermana
- Laico consagrado: fermento en la masa, compromiso
- Jesús: Todo
- Hermanos: unidad
- Trabajo: estudiar
- Iglesia: familia
- Everest: acompañar
- Sufrimiento: esperanza
- Vida: ¡en abundancia!
- Apostolado: con Cristo
- Una canción: You are Mine
- Tu número favorito de los Estatutos del Regnum Christi: 9
- Tu número favorito de las Constituciones de las Consagradas: 12 y 13
- Tu santo favorito: San José
Agradecemos a Eva Sanchis la preparación de algunas preguntas de esta entrevista.