Este mes, en el que se celebra su solemnidad, varias familias como la Guerrero Tabares de Nava, de Sevilla, han entronizado el Sagrado Corazón: “Al hacerlo no solo hemos puesto su figura en un sitio importante de nuestro hogar, sino que también lo hemos puesto en el lugar más importante de nuestros corazones”, han explicado.
El Sagrado Corazón, un ejemplo de humildad y entrega
“Jesús, derramando hasta la última gota de sangre de Su corazón por nosotros, nos enseña hasta dónde llega su misericordia. Sabiendo el sufrimiento que su corazón iba a experimentar, no nos abandonó hasta el último momento de su vida como hombre”, nos cuenta esta familia. Este hecho debe de ser “un ejemplo de humildad y entrega en todos los actos de la vida”. “Así queremos que sea cada día y en cada propósito que tengamos, por muy sencillo o cotidiano que sea. El Sagrado Corazón nos protege, pero también nos da la satisfacción de pensar que todo lo que hacemos es para corresponderle por su sacrificio y por eso debemos de vivir cristianamente.
Igualmente sabemos que el Sagrado Corazón, que no nos abandona en ningún momento, se alegra de que nosotros lo tengamos presente en cada momento del día a día”.