• Los miembros del Regnum Christi buscan sin descanso estar en el Bien, la Verdad y la Belleza de manera muy palpable en su mayoría. Muy humanamente, pero peleando duro.
• Quiero formarme más y, sobre todo, darme más para poder llevar a Jesús a más hijos suyos.
• Ahora sé que Jesús está en mí y quiere estar aún más en mí.

Su pasión es la arquitectura y el interiorismo, pero por circunstancias de la vida, Atocha ahora se encuentra navegando en la industria farmacéutica, lo que le permite compaginar mejor el cuidado de sus tres hijos. Del Regnum Christi destaca que “nunca he oído a un miembro criticar ninguna otra realidad de la Iglesia, cosa que me entusiasma”. También confiesa que ahora, lo que quiere, es llenarse cada vez más de su amor “con perseverancia en la oración y que, con paciencia, fe y humildad, pueda reflejar un poquitín más su Luz aquí abajo”. Y todo con el objetivo de “que haya más miradas hacia Él y que este mundo se sienta un poquito más consolado”, explica Atocha.

¿Cómo conociste el Regnum Christi?

Si tengo que decir una fecha, hace muchos años, yo tenía unos dieciséis. Pero si hablo con el corazón, de eso hace menos. Mi relación y enamoramiento del Regnum Christi ha sido real desde que, por un lado, empecé a dirigirme espiritualmente por un sacerdote legionario y, en paralelo, mis hijos empezaron a ir al colegio Real Monasterio Santa Isabel en Barcelona (de eso hace más o menos hace unos 6-7 años)

¿Qué fue lo que te enamoró de él?

Las personas, que buscan sin descanso estar en el Bien, la Verdad y la Belleza de manera muy palpable en su mayoría. Muy humanamente, pero peleando duro.

En primer lugar, los Legionarios. La primera vez que vi a Cristo en la mirada de una persona fue a través de un legionario, y eso, lo llevo siempre conmigo. Ahora puedo decir que conozco bastante legionarios y, a día de hoy, cada uno a su estilo, veo que son sacerdotes que tiene claro que Dios es lo primero y que eso es a través de sus hijos. Además de una formación exquisita (a mi modo de ver), les envuelve un halo general de humildad y pies puestos en tierra firme que hace que uno sienta el abrazo de Jesús cuándo te cruzas con uno de ellos.

Por otro lado, sus laicos y consagrados. Jóvenes o no tan jóvenes. Cada encuentro con uno de sus miembros, me ha llegado fondo de una forma u otra y eso me ha ido enamorando poco a poco con paz y mucha alegría. Cada gesto, conversación, detalle…

Los miembros del Regnum Christi destacan por su perseverancia con alegría, fe y esperanza en la renovación y afianzamiento de sus estatutos y modus vivendi.

¿Quién es para ti Cristo ahora?

Te puedo decir lo que no es: no es un desconocido. Creo que antes ni siquiera era consciente de su existencia real. Era Dios, así, en general. A veces lejano y puede que incluso abstracto. En mi día a día, ahora visto en perspectiva, sé con certeza que Jesús ha estado conmigo caminando como un discípulo más de Emaús. Pero no era consciente. Si soy sincera, en mi corazón, Jesús aparecía en escena la noche de Navidad con su dulzura de Niño y en Semana Santa dónde su Pasión contemplada siempre me ha quebrado por dentro… Pero más allá de eso, mi vida diaria, todo giraba en torno a una incertidumbre sobre el origen, mi origen, y del origen de todo que no acaba de encontrarme sinceramente. Ahora es distinto.

A través de diferentes experiencias que he tenido la dicha de vivir (a veces en forma de alguna cruz, a veces en forma de regalos como por ejemplo la Teología del Cuerpo de Juan Pablo II), ahora sé que Jesús está en mí y quiere estar aún más en mí. Que me quiere en su existir y me pide que le ayude a que seamos muchos más con él. No lo hago muy bien porque soy bastante cazurra, pero lo intento y tengo Su continua presencia, cosa que me hace sentir invencible a veces ;).

¿Qué crees que va a cambiar a partir de ahora en tu vida?

Pues espero que cambiar, cambiar, no cambie mucho. Eso es lo bueno de esto, que sé que estoy dónde debo y Él quiere que esté. Y tengo paz. Lo que sí quiero es adentrarme más en el Regnum Christi. Parece ser que ya estoy bastante dentro en realidad (de hecho, después de la enhorabuena, el comentario general ha sido: “¡Pero si ya estabas!”). Pero quiero formarme más y, sobre todo, darme más para poder llevar a Jesús a más hijos suyos. Llenarme cada vez más de su Amor con perseverancia en la oración y que, con paciencia, fe y humildad, pueda reflejar un poquitín más su Luz aquí abajo para que haya más miradas hacia Él y que este mundo se sienta un poquito más consolado.

Al final, en el momento más crudo, Dios manda un Ángel y premia la confianza, perseverancia y generosidad

¿Qué destacarías del carisma del Regnum Christi?

Su humildad, lo primero. Por ejemplo, respecto a la Iglesia, sus miembros, movimientos, órdenes o personas. Jamás he oído una insinuación poco acertada hacia nadie (movimiento, grupo…), al menos yo no lo he vivido. ¡Todos somos Iglesia! ¡Todos con Jesús!. Pero voy más allá, en general, el criticar. La crítica es algo muy cuidado aquí. Además su apertura a todo lo que sea que pueda acercar al mundo a Dios. Siempre dispuestos a escuchar propuestas y a apuntarse a todo, incluso si no nace del Regnum Christi en algunos casos. El caso es llevar el Corazón de Jesús al mundo.

También su perseverancia en la renovación y afianzamiento de sus estatutos y modus vivendi. Con alegría, fe y esperanza. Para mí, admirable y reflejando a borbotones el Espíritu Santo. Además, nunca he oído a un miembro del movimiento criticar ninguna otra realidad de la Iglesia, cosa que me entusiasma.

¿Cómo ven en tu familia la decisión de entrar a formar parte del Regnum Christi?

Pues yo creo que con mucha alegría y confianza. Varios familiares míos siguen su vocación a través de otro gran movimiento que acerca muchas almas a Dios y han entendido lo que vivo, además de encomendarlo. Doy gracias a Dios porque mis padres y hermanos, cada uno a su manera, me han dado el mejor regalo que existe, que es sin duda la fe y el amor.

Mis hijos, pobrecitos míos, ni siquiera creo que lo entiendan. Pero sí creo que en general van viendo a mamá más contenta, más tranquila y con más ganas de ser su mamá, mamá Atocha. Una mujer única y con muchas ganas de amar (como cada uno de nosotros en nuestras vidas, pensados así por Dios).

¿Nos puedes recomendar un libro, un pasaje del Evangelio, una canción… que te hable de Cristo y te llene de Él?

Pues como libro sin dudarlo te digo que la Biblia, que es el libro de los libros. Creo que los cristianos tenemos este regalo inigualable y que, en concreto, los católicos, no lo valoramos y leemos lo suficiente. Antes de cualquier otro libro de oración, vidas de santos, etc. que también podría mencionar unos cuantos, está la Biblia, que es lo más vivo que existe en un papel. La cosa está mejorando, pero no lo hemos puesto en su lugar. Hablo en general, por mi experiencia, sobre todo. Así que con ello estoy, empapándome de la Biblia todo lo que puedo.

Me ayuda mucho un libro que me dio mi madre que se llama “365 días con Pablo” en el que cada día se hace una mención corta de algo de Pablo que te lleva directamente a coger la Biblia y seguir leyendo. Y una cosa lleva a la otra y pasas de sus cartas al Génesis sin darte cuenta. En concreto, llevo un tiempo en el que me persigue, seguro por orden del Espíritu Santo, el pasaje de Abraham e Isaac (Génesis 22, 1-8). Nuestro Padre lo prueba con su don más preciado, su hijo (sin duda, habla también de la posterior venida de Jesús…. ¿Lo ves? Sin quererlo, ya estamos saltando capítulos de la Biblia… ¡si es que es maravillosa!). Al final, en el momento más crudo, Dios manda un Ángel y premia su confianza, perseverancia y generosidad. Pues en ello estamos. ¡A por ello!