• Sobre la decisión de incorporarse, solo puede ser bueno para un matrimonio lo que además lo es para cada uno de los dos.
• Todo esto va a dar homogeneidad y solidez a nuestro matrimonio, porque nos permitirá enfocar la espiritualidad no de forma individual, sino conjunta de ambos.
• Nos sentimos muy a gusto con el Cristocentrismo del Regnum Christi; poner a Cristo en el centro y que nuestra vida consista en una imitación de su persona.

Llevan casi 35 años de casados. Tienen 2 hijos, Belén de 27 y Jaime de 25. Los últimos 3 años han sido especialmente difíciles para la familia. En febrero de 2020, Javier contrajo una Covid severa que le tuvo hospitalizado casi un mes, con grave riesgo para su vida y, más recientemente, le ha sido diagnosticado un cáncer de riñón que, al haberse diseminado, le está haciendo pasar por diversos ciclos de tratamiento y eventuales ingresos hospitalarios por ataques de su sistema inmune a hígado y riñón.

Sin embargo, nos cuenta Cristina, “Javier tenía la certeza, y yo con él, de que Cristo se había comprometido a llevarle durante la enfermedad ‘sobre alas de águila’. Y si Cristo, que era Dios, daba ese paso adelante totalmente gratuito por nosotros… ¿qué excusa podríamos tener para no comprometernos igualmente con Él? La respuesta fue inmediata y, ese mismo día, decidimos (¡por fin!) solicitar nuestra incorporación al Regnum Christi”.

¿Cómo conocisteis el Regnum Christi? ¿Qué fue lo que os enamoró de él?

Cristina: Nuestro contacto se inicia con el ingreso de nuestros hijos en el Colegio Everest, hace más de 20 años. Esa relación, poco profunda al inicio, se potencia de forma clara cuando los chicos comienzan a acudir a actividades del ECYD. En aquel momento vimos que los sacerdotes y hermanos legionarios necesitaban ayuda, y decidimos crear un pequeño grupo de padres para colaborar en la organización de excursiones, peregrinaciones, convivencias, etc.

Javier: Ahí es cuando comenzamos a conocer el Regnum Christi y los valores que lo animan. El grupo de padres del ECYD buscábamos cualquier excusa para reunirnos y cenar, casi siempre con la presencia de algún sacerdote, de forma que con mucha naturalidad fue creciendo en nosotros la amistad con otros miembros del Regnum Christi y la cercanía a Cristo. Admirábamos la entrega y el desvelo por los problemas de los chicos, y también nos maravillaban la fe, formación y solidez espiritual de sus miembros.

El grupo de padres del ECYD buscábamos cualquier excusa para reunirnos y cenar, casi siempre con la presencia de algún sacerdote, de forma que con mucha naturalidad fue creciendo en nosotros la amistad con otros miembros del Regnum Christi y la cercanía a Cristo.

¿Por qué decidisteis incorporaros a la vez? ¿Fue una decisión matrimonial?

Javier: En mi caso concreto, llevo casi 15 años formando parte de un equipo del Regnum Christi, en el que he permanecido sin interrupción.

Cristina: Yo me he integrado en un equipo mucho más recientemente, pero la trayectoria de acercamiento de Javier y mía al Regnum Christi, a lo largo de todos estos años, ha sido paralela. Y siempre hablándolo entre nosotros. Ninguno ha ido, digamos, por libre.

Javier: ¡Claro, claro! Solo puede ser bueno para un matrimonio lo que además lo es para cada uno de los dos. Pero, volviendo a tu pregunta, la incorporación al Regnum Christi era algo que estuvo flotando en nuestra mente durante muchos años, con fases de mayor o menor intensidad.

Cristina: Nosotros ya éramos muy cercanos al Regnum Christi cuando Dios permite, hace 20 años, aquel gran sufrimiento por el que pasó esta familia espiritual. Vimos mucho dolor en grandes personas, santas y entregadas, y no nos fue fácil llegar a aceptar por qué Dios consentía tanto dolor. Si no hubiera sido por aquello, creo que ya llevaríamos incorporados bastantes años.

Javier: Pero Dios tiene sus tiempos… y nosotros los nuestros. El detonante fue mi diagnóstico. El día en que me descubren el tumor principal y el secundario, ambos en la misma prueba, se leía en la misa el discurso final del Evangelio de San Juan… y la meditación sobre (Jn 14, 23) me impacta de una forma como nunca antes: “El que me ama, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará y vendremos a él, y haremos morada en él”. Cristo me prometía estar conmigo durante la enfermedad y no dejarme ni un solo instante.

Cristina: Javier tenía la certeza, y yo con él, de que Cristo se había comprometido a llevarle durante la enfermedad “sobre alas de águila”. Y si Cristo, que era Dios, daba ese paso adelante totalmente gratuito por nosotros… ¿qué excusa podríamos tener para no comprometernos igualmente con Él? La respuesta fue inmediata y, ese mismo día, decidimos (¡por fin!) solicitar nuestra incorporación al Regnum Christi.

Javier: Teníamos que estar los dos de acuerdo. La decisión fue conjunta porque nos parecía muy difícil seguir gestionando esta vida, que se nos había complicado tanto, sin tener ambos el mismo grado de compromiso y la misma vía de crecimiento interior.

¿Qué va a cambiar en vuestro matrimonio a partir de ahora?

Javier: Aunque ya vivíamos la espiritualidad del Regnum Christi, esta incorporación supone un paso muy significativo. Nos invita a crecer en nuestro compromiso con Cristo, porque ahora sí me siento interpelado directamente cuando digo “me toca a mí; de mí también depende…”. Nos anima también a pulir nuestro estilo de vida, a consolidar nuestras convicciones y a desarrollar la misión que no es, ni más ni menos, que hacer crecer el Reino de Dios en el mundo.

Cristina: Todo eso va a dar homogeneidad y solidez a nuestro matrimonio, porque nos permitirá enfocar la espiritualidad no de forma individual, sino conjunta de ambos.

Cristo lleva 3 años desvelándose por nuestra familia con las enfermedades de Javier, y nuestra única forma de corresponderle es poniéndonos al servicio de los que nos rodean.

¿Qué os dice Cristo en la oración?

Javier: En esta etapa de mi vida, Cristo me pide más servicio a los demás. Eso lo siento con absoluta claridad. El modo tendré que encontrarlo, también discerniendo a través de la oración.

Cristina: Sí, totalmente, nos lo pide a los dos. Volvemos a lo que significa corresponder al amor de Cristo; Él lleva 3 años desvelándose por nuestra familia con las enfermedades de Javier, y nuestra única forma de corresponderle, de devolverle aunque sea un poco de todo lo que nos ha dado, es poniéndonos al servicio de los que nos rodean.

¿Qué destacaríais del carisma del Regnum Christi?

Javier: Respondo por los dos, si no os importa, porque esto lo hemos hablado y estamos de acuerdo. Nos sentimos muy a gusto con el Cristocentrismo del Regnum Christi; poner a Cristo en el centro y que nuestra vida consista en una imitación de su persona. Decía el Papa Francisco que tanto o más importante que el apostolado es el testimonio de una vida construida en Cristo. Nos parece que una vida fundamentada en el amor y en la humildad es percibida como un bien de enorme valor para los demás, actúa como un imán y tiende a propagar el Reino de Cristo en el mundo.

Emaús está siendo también muy importante para la evolución de nuestra espiritualidad y para nuestro conocimiento e imitación del corazón de Cristo.

¿Hacéis algún apostolado juntos?

Cristina: Somos miembros de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús y dedicamos las obras y pensamientos de una hora cada día a amarle, glorificarle y reparar las ofensas que recibe de los hombres. Es una preciosa iniciativa.

Javier: Los dos estamos involucrados como servidores en grupos de Emaús para la preparación de retiros. Emaús está siendo también muy importante para la evolución de nuestra espiritualidad y para nuestro conocimiento e imitación del corazón de Cristo.