Testimonio | Lola y Curro: “El Regnum Christi se ha convertido en nuestra casa, en nuestra familia, donde aprendemos a conocer la fe y a ¡vivirla!”
LomásRC
Curro y Lola crecieron en familias creyentes y practicantes. Se casaron hace 18 años y son padres de dos hijos. Ellos se conocían desde que tenían 7 años, ya que vivían en la misma urbanización en Aravaca. Sin embargo, no fue hasta 26 años después cuando su relación tomó un rumbo romántico. Entre risas, Lola nos cuenta que “Curro era un poco despistado y no se daba cuenta de que la mujer de su vida vivía tan cerca, a 15 chalets de distancia”. En esta entrevista nos cuentan cómo el Everest School Monteclaro y ahora el Regnum Christi les ha acercado a Dios en sus vidas: “El matrimonio y la familia, como consideramos todos los miembros del Regnum Christi, es la iglesia doméstica que hace presente el Reino de Cristo en la tierra. Otras familias han sido ejemplo y ayuda para que nosotros hoy estemos aquí”, y “ahora nos tocaba a nosotros”.
¿Cómo conocisteis el Regnum Christi? ¿Qué fue lo que os enamoró de él?
Pues a diferencia del de pareja, como comentábamos antes, nuestro noviazgo con el Regnum Christi ha sido mucho más largo, pero no por ello menos fructífero. Todo comenzó cuando matriculamos a nuestra hija en el colegio Everest, allá por el año 2009. No nos podíamos ni imaginar hasta donde nos iba a llevar este camino que emprendíamos. ¿Una Diosidad? ¡Seguro!
Un camino que, a lo largo de 14 años, nos ha permitido a toda la familia ir creciendo en la fe a través de las diversas actividades que el colegio organizaba, como verbenas y bingos solidarios, peregrinaciones a Javier, Guadalupe y Medjugorje, charlas formativas y, desde hace pocos años, en el apostolado de Familia Misionera.
A lo largo de todo este tiempo hemos ido descubriendo y palpando la realidad de Cristo Vivo en nuestras vidas a través del ejemplo de otras familias, sacerdotes legionarios de Cristo y consagradas.
Pero fue en 2019 cuando esta realidad se nos hace ya incuestionable a través del retiro de Emaús organizado por la Universidad Francisco de Vitoria. Cristo Vivo y Resucitado sale a nuestro encuentro con todo la fuerza de su amor incondicional, para decirnos que siempre ha estado junto a nosotros y que estaba esperando a que, desde nuestra libertad, le abriéramos las puertas del corazón para llenarlo de Él; que nuestro Sí nos cambiaría la vida para siempre. ¡Y vaya si lo hizo!
En este tiempo hemos descubierto a Cristo Vivo en nuestras vidas a través de otras familias, los sacerdotes legionarios de Cristo y las consagradas.
Ya no había duda, estábamos totalmente enamorados de Cristo.
El Regnum Christi se había convertido en nuestra casa, en nuestra familia, donde aprendíamos no solo a conocer la Fe, sino lo más importante, ¡vivirla! Que viviéndola en el día a día, desde lo insignificante a lo más grande, y siempre desde la humildad, podríamos transmitir lo que en nuestro corazón crecía y ayudar a otras familias como había ocurrido con nosotros.
El Señor nos había traído hasta aquí y ahora nos tocaba a nosotros.
¿Por qué decidisteis incorporaros a la vez? ¿Fue una decisión matrimonial?
Curro: En este último año, la realidad de Cristo Vivo se ha afianzado en los dos, especialmente a través de los ejercicios y la dirección espiritual con el P. Rafel Pardo, L.C., la oración diaria, los Encuentros con Cristo de nuestros equipos de la UFV y de matrimonios en Ronda de las Sirenas.
Aunque, si somos honestos, la decisión de incorporarnos al Regnum Christi nuevamente la tomó Dios por nosotros y para nosotros, porque nos lo hizo sentir a cada uno de manera individual, pero prácticamente a la vez.
Lola: Llevaba ya mucho tiempo pensándolo, pero fue en una adoración de jóvenes en la UFV cuando lo vi claro. Ya no podía ser una mera espectadora con esta familia de la que ya me sentía parte y que con tanto cariño me habían acogido. El Señor me estaba llamando a participar y comprometerme. Recuerdo que aquella noche muy emocionada llegué a casa para decírselo a Curro y me lo encontré dormido. Obviamente le desperté, aunque sinceramente tengo dudas de que se enterase de todo lo que le contaba.
Curro: Como Jesucristo me conoce bien y sabe que soy más torpe, conmigo fue más directo y en la misa de incorporación de mi buen amigo Javier Sánchez del Campo, en el momento de la renovación del compromiso de los miembros en mi interior sólo escuchaba: “Te toca ti, de ti también depende…”.
Cuando el P. Pardo nos planteó la posibilidad de incorporarnos a la vez, no lo dudamos. Estamos convencidos de que Dios quiere que recorramos este camino juntos.
¿Qué va a cambiar en vuestro matrimonio a partir de ahora? ¿O ya ha cambiado?
Llevábamos ya tiempo poniendo a Dios en medio de nuestra familia, pero en realidad como un “invitado”. Fue a raíz de nuestros encuentros de matrimonios en Ronda de las Sirenas y de realizar el seminario de Sponsus cuando entendimos que el matrimonio es un don y gracia de Dios, reflejo de la unión de Cristo con su Iglesia. Que Él no es un “invitado” al que le dejamos entrar cuando queramos, sino que en el matrimonio somos dos esposos: nosotros, el uno con el otro como un solo cuerpo y alma, y Cristo.
Entender a Cristo como esposo que busca nuestra felicidad y se entrega a nosotros de esta manera tan bella, hace que toda visión de nuestro compromiso sea diferente.
El matrimonio no es solo nuestro, es un regalo de Jesús para que nos amemos como Él nos ama.
Con sinceridad desconocemos los cambios que se pueden producir a partir de ahora, porque sólo Dios lo sabe, pero lo que sí tenemos claro es que Él es Dueño y Señor de nuestras vidas, que todo pasa por Él y a Él nos encomendamos.
Y es por ello por lo que decidimos, en un viaje a Medjugorje y bajo el amparo de nuestra madre la Virgen María, consagrar nuestra familia al Sagrado Corazón de Jesús y hacernos de su Guardia de Honor.
Este convencimiento, esta realidad, ya ha cambiado nuestro matrimonio para siempre.
Cuando el P. Pardo nos planteó la posibilidad de incorporarnos a la vez, no lo dudamos. Estamos convencidos de que Dios quiere que recorramos este camino juntos.
¿Qué destacarías del carisma del Regnum Christi enfocado al matrimonio?
La verdad es que es una pregunta que casi se contesta sola a tenor de todo lo que hemos expuesto de nuestro camino hasta aquí. Cristo es el Reino en persona y nos llama a ser sus apóstoles para hacerle presente en los corazones de los hombres. Para ello nos debemos formar en su palabra para conocerlo bien; debemos orar porque es el medio para hablar con Él; debemos vivirlo en comunidad ya que es donde vemos a Cristo en cada uno de nosotros y nos debemos dejar acompañar para seguir creciendo en la Fe.
Si lo piensas, el matrimonio es lo mismo, y más si sabemos que Cristo es nuestro esposo. ¿Acaso un matrimonio no es un continuo hablar y conocerse; no es un continuo crecer en amor y entrega entre los esposos?
El matrimonio y la familia, como consideramos todos los miembros del Regnum Christi, es la iglesia doméstica que hace presente el reino de Cristo en la tierra. Otras familias han sido ejemplo y ayuda para que nosotros hoy estemos aquí, y así puede suceder con muchas otras.
¿Qué os dice Cristo en la oración?
¡Uff, menuda pregunta! Sería más fácil contestar a que no nos dice en la oración.
Cristo nos guía constantemente en nuestra vida. Nos invita a ser valientes y a no esconder nuestra fe, a vivirla y llevarla, en nuestra medida, a otros. A dar a manos llenas lo que se nos dio, como dice la canción. Nos impulsa a caminar junto a Él y ser perseverantes para que, al mirar atrás, en la arena veamos nuestras huellas junto a las suyas.
¿Hacéis algún apostolado juntos?
Tras caminar ambos en el retiro de Emaús, comenzamos a servir asiduamente, de modo individual, en los siguientes organizados por la UFV y juntos en algún retiro de Effetá, pero ha sido en los dos últimos años cuando hemos realizado más apostolado en familia.
Nos unimos a la unidad de Albacete de Familia Misionera hace 4 años, aunque por motivos de la pandemia solo hemos podido misionar estas dos últimas Semanas Santas. Ayudar al párroco de los pueblos en los oficios, en las procesiones y transmitir el amor de Dios a tanta gente necesitada de él, nos ha permitido vislumbrar el alcance, aunque sea mínimamente, del acto más grande de amor que los hombres hemos vivido: la muerte y Resurrección de Cristo.
También recibimos el inmenso regalo de poder ayudar repartiendo comida junto a las hermanas de la caridad de Vallecas que todos los días y desde la humildad se esfuerzan en llevar al Señor a los más necesitados.
Uno de los apostolados que más tocó nuestros corazones fue el de colaborar con el proyecto “Reyes Magos de Verdad” y convertirnos por un día en sus pajes. Es indescriptible contemplar el verdadero sentido del nacimiento del niño Jesús en la ilusión de niños, ancianos y personas sin recursos a través de un simple regalo de Reyes.
Mucho hemos recibido durante estos años y ahora mucho queremos dar.
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