• Rezo deseando. Le pido al Espíritu que aumente mi deseo de querer ser como Jesús y que eso me lleve, como hija, al Padre.
• Mi comunidad me ha acompañado queriéndome: me han querido, me quieren y yo también intento quererlas… no hay mejor acompañamiento que ese.
• La emisión de los votos es el paso que marca y “sella” mi consagración a Jesús de modo definitivo.

Helen González nació en Guatemala, tiene 30 años, e inició sus estudios de Diseño Gráfico antes de entrar a la vida consagrada en el Regnum Christi. Actualmente estudia Teología en la Universidad Eclesiástica de San Dámaso y trabaja apostólicamente en la sección de chicos y chicas de Almagro. En esta entrevista, entre otros temas, también reflexiona sobre la importancia del paso que va a dar: “Me he dado cuenta de que llevo mucho tiempo hablando de ‘el día de mis votos definitivos’ o ‘consagrarme definitivamente’ cuando en realidad es Él quién me consagra. Yo no me puedo consagrar a mí misma y los votos, aunque sí los emito yo desde mi libertad, son siempre una respuesta a un don previamente dado, que me precede y que sostiene e impulsa mi pobre capacidad de hacerlos”.

¿Cómo conociste a Jesús? ¿Y el Regnum Christi?

Conocí a Jesús cuando tenía 16 años gracias a la catequesis de confirmación que recibí en una parroquia. Antes, para mí, Dios era solo una idea lejana o un concepto y poco a poco comenzó a hacerse relevante en mi vida y a ser una persona con quien podía hablar y relacionarme.

El Regnum Christi lo conocí gracias a la serie Anatomía de Grey. Me explico. El mismo año de la confirmación, estaba viendo esta serie que me encantaba. Un día llegó una colaboradora a mi colegio a promocionar unas misiones médicas que consistían en un grupo de doctores de Estados Unidos venían a prestar su servicio gratuitamente a comunidades de escasos recursos en Guatemala y necesitaban jóvenes que les tradujesen del inglés al español a las personas de estas comunidades. Así que yo me anoté a las misiones porque era mi oportunidad de vivir mi versión en la vida real de esta serie. Evidentemente, no se pareció en nada la serie con la realidad, pero en esas misiones conocí el Regnum Christi y fueron una experiencia muy profunda de tocar el sufrimiento humano, la generosidad de estos médicos y la propia experiencia de darme a los demás.

El Regnum Christi lo conocí gracias a la serie Anatomía de Grey.  Me apunté a unas misiones médicas como oportunidad para vivir mi versión en la vida real de esta serie: fueron una experiencia muy profunda de tocar el sufrimiento humano, la generosidad de los médicos y la experiencia de darme a los demás.

¿Recuerdas cómo se hizo Dios presente en tu vida y te invitaba a consagrarte? ¿Y el momento en que les dijiste que sí?

Creo que diría que se me hizo presente a través de dos medios: el testimonio de una consagrada de la cual me atrajo su estilo de vida y a través del Evangelio. Conocer a Jesús, su estilo de vida, sus palabras, sus gestos, sus acciones a través del Evangelio y en oración fueron muy importantes para descubrir lo que Él quería para mí.

Y sobre el momento, yo creo que no podría reducir el sí a un momento concreto, sino a una sucesión de muchos momentos donde la invitación del Señor volvía y sigue volviendo cada día.

Ha sido un largo camino hasta llegar aquí: ¿Cómo te sientes en estos días en vísperas de emitir tus votos definitivos como consagrada del Regnum Christi? ¿Cristo sigue sorprendiéndote en esta carrera de fondo?

Me he dado cuenta de que llevo mucho tiempo hablando de “el día de mis votos definitivos” o “cuando haga mis votos” o “consagrarme definitivamente” cuando en realidad es Él quién me consagra. Yo no me puedo consagrar a mi misma y los votos, aunque sí los emito yo desde mi libertad, son siempre una respuesta a un don previamente dado, que me precede y que sostiene e impulsa mi pobre capacidad de hacerlos. Así que me siento agradecida, maravillada, asombrada e ilusionada.

¿Has cambiado mucho en este tiempo?

¡Espero que sí! Espero que todos estos años haya permitido a Jesús hacer con más libertad Su obra en mí.

Antes de mi confirmación, Dios era solo una idea lejana o un concepto y poco a poco comenzó a ser una persona con quien podía hablar y relacionarme.

¿Cuál ha sido el papel de la Belleza?

El papel de la belleza en mi vocación ha sido el del camino de dejarme atraer por el que es el “más Bello entre los hijos de los hombres” (Salmo 45, 2). El camino de la belleza que me invita a descubrir donde están esas “huellas” del “Bello” en medio de las pequeñas bellezas de la creación, de la vida, de las personas, del arte, de la naturaleza, de la calle, de la música, del mundo…

También en este recorrido se encuentra el resto de las consagradas, en especial las de tu comunidad. ¿Cómo te han acompañado ellas?

Mi comunidad me ha acompañado queriéndome. Creo que esto no necesita mayor explicación, porque ese es el resumen: me han querido, me quieren y yo también intento quererlas… no hay mejor acompañamiento que ese.

¿Y el resto de la familia Regnum Christi: legionarios, laicos consagrados y laicos?

El resto de la familia Regnum Christi, en concreto en la sección de Almagro, me ha acompañado al compartir la misión. Los legionarios junto a quienes trabajo y los laicos me recuerdan el porqué y el para qué de nuestra misión como Regnum Christi.

¿Y cómo ven este paso que vas a dar en tu vida justo los jóvenes con los que trabajas en la sección de Almagro?

Intuyo que lo ven con curiosidad, creo que no entienden del todo el hecho que ya sea consagrada y el paso de los votos definitivos. A la vez han tenido muchos gestos de cercanía, alegrarse conmigo y hacerme siempre la misma pregunta: “¿Estas nerviosa?” A lo que suelo responder: “Nerviosa no, más bien ilusionada”.

La invitación a consagrarme me llegó a través de dos medios: el testimonio de una consagrada de la cual me atrajo su estilo de vida y a través del Evangelio.

¿Va a cambiar algo en tu vida a partir de este momento?

Es curioso, porque yo sé que no voy a ser más consagrada de lo que ya soy hoy después de mis votos definitivos, pero también sé que es paso marca y “sella” mi consagración a Jesús de modo definitivo.

¿Cómo rezas? ¿Qué te dice ahora el Señor?

Rezo deseando. Le pido al Espíritu que aumente mi deseo de querer ser como Jesús y que eso me lleve, como hija, al Padre.

El papel de la belleza en mi vocación ha sido el del camino de dejarme atraer por el que es el “más Bello entre los hijos de los hombres” (Salmo 45, 2).

Entre tus actuales retos, finalizar tus estudios de Teología. ¿Pero cuál es el campo apostólico al que más te gustaría dedicarte?

Haga lo que haga sé que me gusta la evangelización directa y explícita. Más en concreto, los jóvenes, poder colaborar con Jesús para que Él les salga al encuentro, para que aprendan a escucharle en la oración y puedan vivir una vida junto y hacia Él.

¿Qué le dirías a una chica o a un chico que está discerniendo si Dios le llama a la vida consagrada?

Que aprenda a rezar y a rezar se aprende rezando. Rezar para conocer a Jesús y su estilo de vida, rezar para conocer los deseos más profundos de su corazón, rezar para escuchar lo que el Señor le pueda estar proponiendo.

Pim, pam, pum

El pasado: agradecido

El presente: intenso

El futuro: en Sus manos

Comunión: con todos

Los otros: mis hermanos

Guatemala: Familia y amigos

Laico: en el mundo

Legionario de Cristo: hermano

Consagrada: misericordia

Laico consagrado: fermento

Tu familia: ternura

Jesús: el primero y el último

Anillo: totalidad

Estudios de Teología: un privilegio

Misión: envío

Sección de chicas de Almagro: apasionante

Iglesia: madre

Sufrimiento: noticias

Vida: camino, verdad y vida

Apostolado: misión

Una canción: No creo, de Shakira

Un libro: Harry Potter, ¡todos!

Una película: Orgullo y Prejuicio

Tu color preferido: verde

El número favorito de los Estatutos del Regnum Christi: el famoso número 8

Tu número favorito de las Constituciones de las Consagradas del Regnum Christi: el del amor a María

Tu santo favorito: Santa María de Nazaret