Este verano 2022 ha habido dos campamentos Yiós, uno para universitarios y otro para Bachillerato. Hemos hablado con Carla y Álvaro, dos de los jóvenes que han asistido a esta actividad del Regnum Christi, y Carla nos ha contado cómo ha cambiado su vida: “Cuando el curso se terminó yo no quería volver a casa porque significaba volver otra vez a la rutina, a mi vida… pero me di cuenta que todo lo que había aprendido en Yiós podía emplearlo en casa con mi familia”.
Carla: “Soy hija de Dios y amada así como soy”
La verdad es que Yiós me ha cambiado la vida tanto espiritual como personal. Tengo 20 años, soy hija única, he nacido en una familia católica y mis padres siempre me han llevado a Misa los domingos, hasta que mi padre dejó de ir y nos dejó a mi madre y a mí solas.
Cuando llegué a Yiós estuve quejándome de todo, ya que no sabía a lo que iba. Siendo sincera no me esperaba nada, pero decidí dejarme llevar y empezar a confiar en todo el mundo e intentar abrir el corazón y aprovechar el tiempo con todos ellos.
En el curso he podido descubrir quién es la verdadera Carla sin prejuicios, sin ser esclava del temor, saber que tenía un pedazo de Cielo en la tierra, ver que no soy inferior a los demás y, sobre todo, conocer a gente y a mi verdadero Padre.
Cuando el curso terminó yo no quería volver a casa porque significaba volver otra vez a la rutina, a mi vida… pero me di cuenta que todo lo que había aprendido en Yiós podía emplearlo en casa con mi familia.
Y, por último, quería agradecer a todo el mundo que ha confiado en mí. Ahora sé que “soy hija de Dios y amada así como soy”.
Alvaro: “Una experiencia increíble que me ha aportado una nueva visión de la fe”
Después de dos años trabajando mi fe y acercándome más a Dios he tenido la suerte de hacer amigos que me ayudan a vivir mejor este camino. Conociendo un poco lo que es la Teología del Cuerpo y aceptando la invitación de algún amigo, me apunté al retiro de Yiós con la motivación de aprender un poco más sobre el tema y con la intención de aprender cómo llevarlo a la práctica en mi día a día.
Podría decir que este retiro ha iniciado una nueva etapa en mi camino de fe. En primer lugar, un conocimiento teórico de la Teología del Cuerpo que, a pesar de ser un pequeña pincelada de lo que es en realidad, es lo suficiente para despertar un interés y una motivación que te lleva a aprender más.
En segundo lugar, ver como toda la teoría de la que hablan se puede llevar a la práctica, y esto se ve reflejado en las personas que forman el staff. Esta es la mejor forma en que te transmiten todo el conocimiento: Son conscientes de que son imperfectos y con ello tratan de acercarse más a Dios a través de la Teología del Cuerpo.
Y por último, el poder vivir esta experiencia con todos los que han ido al retiro. Sólo puedo decir que el ambiente que se crea es el idóneo para conocer a gente que es espectacular y poder disfrutar de la experiencia al máximo.
Una vez más Dios me ha regalado una experiencia increíble en la que me he podido acercar más a Él y que me ha aportado una nueva visión de la fe.