Este apostolado del Regnum Christi busca redescubrir, a partir de la Teología del Cuerpo del Papa San Juan Pablo II, la llamada del amor infinito de Dios y de sentirnos sus hijos amados.
Kiko Del Riego (en la imagen, el primero por la derecha) es un joven que ha participado en este encuentro y ha querido compartir su experiencia con nosotros, en la que se ha dado cuenta que no hay que ponerle límites al amor ni a Dios, porque “aunque caigamos y nos frustremos una y otra vez, Él siempre está con nosotros”.
Kiko ha sido creyente desde pequeño. “He tenido la suerte de ir siempre a colegios cristianos, pero siempre he tenido mis dudas, algunas sin respuestas y otras con respuestas que no se quieren asumir por miedo a estar haciendo las cosas mal”, ha explicado.
Sin embargo, cuando le invitaron ir a Yiós, no estaba muy seguro porque no conocía el Regnum Christi. “Al final decidí ir sin ningún tipo de expectativa porque no sabía tampoco lo que era la Teología del Cuerpo”.
Durante el retiro, Kiko participó en una oración en la que se invocó al Espíritu Santo. “Yo llevaba un tiempo esperando que Dios me dijera algo, pero no escuchaba nada, en mi cabeza no entraba que se pudiera hablar con Dios directamente, es decir, no me quería creer que Él de verdad me escuchaba”, ha comentado.
Sin embargo, durante la intercesión, a través de las palabras del P. Javier y Blanca, Kiko experimentó un cambio. “Tuve el mayor acercamiento a Dios que había sentido en mi vida, Él me estaba hablando, me repitió varias veces lo mismo: “Ten fe, aumenta tu fe””, ha contado.
Después de esto, Kiko se dio cuenta que hay muchas cosas que uno “no quiere asumir por miedo”. “Dios es mi padre, un padre cariñoso, al que le importa verdaderamente todo lo que me ocurre, hasta la más mínima discusión que tengo y que Él me quiere pase lo que me pase”, ha comentado.
Otro día, los jóvenes participaron en una oración de alabanza. Fue la primera vez que Kiko participaba en una oración de este tipo. “Al principio no lo entendía, pero gracias a las palabras de Conocimiento decidí ponerme a cantar y a alabar con todos”, ha comentado.
“Yiós me ha hecho ver que Dios verdaderamente puede con todo y que hay confiar en Él. Hay que dejarse amar, no hay que ponerle limites porque aunque caigamos y nos frustremos una y otra vez, Él siempre está”.