Yiós Weekend en Sevilla | Rafael: “Me declaro entusiasta de la Teología del Cuerpo”
LomásRC
- Fotogalería de Yiós Weekend Sevilla
- “Cuando escuchaba hablar de Teología del Cuerpo, la sentí como una fuente de agua viva, una bomba preparada para ser detonada en pleno siglo XXI y dar testimonio del amor de Cristo”.
- “San Juan Pablo II dio respuesta a muchas preguntas a las que cualquier ser humano está llamado a responder”.
A este Yios Weekend asistieron más de 40 jóvenes, sacerdotes, consagradas y laicos de distintas realidades para profundizar en estas enseñanzas de San Juan Pablo II acerca del amor y sexualidad. Para Rafael, “participar en el Yios tiene como resultado la posibilidad de entender la belleza de la obra de Dios, la perfección en la que fuimos creados cada uno de nosotros y el saberse amado infinitamente”.
Rafael Díaz.- “Estoy deseando empezar”, me decía mi amiga ilusionada unos pocos días antes de que llegase el viernes para comenzar el Yios Weekend. Cuando el fin de semana terminó, entendí que ese deseo no venía sino de Dios, una llamada que sentida en el corazón solo genera sed de verdad y entendimiento.
Los tiempos actuales exigen respuestas claras
Mi nombre es Rafael Díaz Belloso y, desde que participé en el Yios Weekend, me declaro entusiasta de la Teología del Cuerpo. A medida que escuchaba hablar de ella durante el fin de semana, la sentía como una fuente de agua viva, una bomba de relojería preparada para ser detonada en pleno siglo XXI por aquellos que sienten la llamada de dar testimonio del amor de Cristo. Y es que los tiempos que corren exigen una propuesta clara de cómo hacer frente a todas las inquietudes que se nos plantean en la vida, un bote salvavidas que flota en una mar de tendencias que solo acaban generando vacío en el corazón.
“La Teología del Cuerpo es un reflejo del amor de Dios”
Así se nos presenta la Teología del Cuerpo, una obra maestra de San Juan Pablo II que no deja indiferente a aquel que decide conocerla, estudiarla, y poco a poco interiorizarla para hacer de ella un estilo de vida. Es un reflejo de, no solo saberse amado por Dios, sino también entender cómo Dios derrocha ese amor sobre sus hijos, cómo sentirlo, cómo apreciarlo, cómo saborearlo, cómo palparlo allá por donde vayas. Y es que entendiendo eso, uno es capaz de abrir los ojos y empezar a apostar por una felicidad real.
La vocación al matrimonio
Pensar que un fin de semana es poco tiempo para conocer la Teología del Cuerpo es más que acertado, y mi experiencia no es de haber conocido la Teología del Cuerpo al completo, ni mucho menos: más bien la de haber recibido una semilla que seguir regando y que desde el comienzo da frutos. La Teología del Cuerpo no está sólo pensada para cambiar tu vida, sino también para darla a conocer y cambiar la vida de los demás.
Con esa disposición, durante el fin de semana de formación, decidí llevar el abrazo trinitario a casa, haciendo a mis padres participes junto a mí de un largo y bonito abrazo donde sentir reflejada la vocación de ellos al matrimonio. Esto que puede ser tan simple, es un ejemplo entre tantos, que llevados a la vida y hogares de cada uno estoy seguro que cambiaría el rumbo de familias donde la presencia de Dios como pilar fundamental aún está por descubrir.
“San Juan Pablo II dio respuesta a muchas preguntas a las que cualquier ser humano está llamado a responder”
Un trocito de cielo
Para mí, la Teología del Cuerpo representa una gran esperanza para los que creemos en la victoria del bien sobre el mal, un apoyo sobre el que descansar cuando algún pensamiento nos abrume, una guía en la que refugiarse cuando necesitemos encontrar el camino y su sentido. San Juan Pablo II dio respuesta a muchas preguntas a las que cualquier ser humano está llamado a responder. Después de conocer la Teología del Cuerpo no me cabe duda de que sobran motivos para entender la santidad de este papa, que, sin lugar a dudas, consiguió concretar a través de sus catequesis todo lo necesario para que, viviendo en la tierra, pudiésemos traer a ella con nuestra propia vida un trocito de cielo.
“Esta aventura comporta cambios en nuestra vida y nos hace salir de la zona de confort”
A veces adentrarse por uno mismo en esta aventura puede producir cierto vértigo y confusión, pues verdaderamente comporta cambios en nuestra vida y salir de la zona de confort. Para dar el paso, Dios nos regala formaciones como Yios, una oportunidad perfecta para, además de seguir formando comunidad con personas que comparten anhelos, conseguir adentrarse en la Teología del Cuerpo a través de una experiencia atractiva y entendible, donde se irán desgranando conceptos que harán encajar todas las piezas del puzle que a veces supone nuestra fe.
La belleza de la obra de Dios
Participar en el Yios tiene como resultado la posibilidad de entender la belleza de la obra de Dios, la perfección en la que fuimos creados cada uno de nosotros y el saberse amado infinitamente. Todo esto evidentemente provoca un cambio en todo aquel dispuesto a llenar su vida con la obra del Espíritu Santo en sí.
Después de todo, entendí que, si bien nosotros antes de empezar Yios ya teníamos ganas de conocer de qué iba todo esto, más ganas tenía el Padre de tocar nuestro corazón a través de la Teología del Cuerpo. Con todo esto, desde aquí animaría a todo aquel que leyese mis palabras a vivir una experiencia como ésta, donde conocer gente maravillosa y salir con ganas de VIVIR DE VERDAD está asegurado.
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